Así lo confirmó ayer a este periódico el patrón mayor de la cofradía de pescadores linense, Leoncio Fernández, quien apuntó que la decisión ha sido adoptada de manera unánime por los armadores del municipio.
De esta forma, y según apuntó el patrón mayor, los 53 barcos que faenan en el caladero linense han sido puestos en venta, una decisión que asegura que, lejos de ser una medida de presión, es definitiva.
“Si viene alguien interesado, se lo vendo ahora mismo”, manifestaba Leoncio Fernández. Los precios de los pesqueros son muy oscilantes, en virtud del tamaño, la antigüedad y la utilidad de los mismos. Así, el patrón mayor señaló que los precios de venta oscilan entre los 4 y los 30 millones.
Desamparados
Los pescadores linenses han llegado a esta determinación como consecuencia de la situación de “asfixia” económica que vienen viviendo en los últimos tiempos. De hecho, adoptan la decisión cuando se cumple un mes de que se produjera el inicio del conflicto pesquero con Gibraltar, y sin que tengan aún ninguna solución al respecto.
Los armadores de La Línea cargan contra el Gobierno central y contra la Junta de Andalucía, al entender que no defienden sus intereses en la zona, lo que les ha llevado a optar por vender sus barcos.
Desde que comenzara el conflicto de Gibraltar, los pescadores no están faenando en las aguas próximas al Peñón, donde lo hacen habitualmente, una circunstancia que les ha reportado unas pérdidas económicas que ascienden ya a entre 70.000 y 80.000 euros.
Esta semana, está previsto que se produzcan novedades en el conflicto, como consecuencia de la visita a Londres del ministro gibraltareño de Medio Ambiente, John Cortés.