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“No hay nada decidido sobre Ajemsa, todo dependerá del plan de ajuste”

El Gobierno municipal se ha visto obligado a adoptar algunas de las medidas más “dolorosas” de la historia reciente del Ayuntamiento. Tienen a quien culpar, aunque no solo están para sacar a la luz los restos del naufragio, sino para dar soluciones. Su portavoz, Antonio Saldaña, aporta y defiende el

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  • Antonio Saldaña, portavoz del PP -

Asegura que está en política por vocación, hasta el punto de que cuando el PP ganó las pasadas elecciones municipales vendió las participaciones de su empresa para dedicarse de lleno a la gestión municipal y, también, a la provincial desde Diputación. Ha transcurrido poco más de un año desde entonces y su figura ha sobresalido en todo momento al lado de la de la alcaldesa; algunos, de hecho, se refieren a Antonio Saldaña como su relevo natural al frente del Partido Popular en Jerez, pero eso es otra historia y ni siquiera ha sido escrita aún. Entre otras cosas porque las prioridades son otras, y pasan por alcanzar la recuperación económica de un Ayuntamiento endeudado y asfixiado hasta límites insospechados. Así responde a algunas de las cuestiones más candentes de su primer año como portavoz del gobierno municipal y primer teniente de Alcaldesa.  

—Les critican que se presentaron como la solución para Jerez y que un año después siguen sin verse los resultados...
—Hay que tener en cuenta de dónde salíamos. Había una información que era la que todo el mundo más o menos conocíamos, que era el montante aproximado de la deuda. Pero había otros montantes que nadie de la oposición conocía, como la total asfixia de tesorería, las tomas de razón comprometidas con Diputación y que cuando llegamos en junio los ingresos vía impuestos de los jerezanos ya estaban absolutamente gastados. Después había otros aspectos que nadie sabía, como el desvío de fondos realizados del Plan E que era de 6 millones de euros, con lo que durante todo este tiempo se ha estado trabajando internamente haciendo mucho arreglo de la situación del Ayuntamiento y después mucha micropolítica, de hablar directamente con el ciudadano, de ir explicando y recibiendo a los que nos han pedido cita, y eso es algo menos mediático, pero un trabajo muy importante para conseguir el objetivo de que poco a poco esto vaya a mejor y que la gente sienta que tiene un gobierno cercano y que aunque no podamos dar soluciones inmediatas estamos ahí para escuchar e intentar plantearlas. Es normal que si la oposición no tiene entre sus objetivos apostar por el desarrollo de Jerez, sino buscar el desgaste del gobierno, adopte esa postura, pero está pensando en sus intereses y no en el de Jerez.
—Pero, ¿qué es lo que no encajaba en sus previsiones, porque siempre se estimaba por dónde podría estar la deuda?
—Más que la deuda era la total asfixia de tesorería, es que nos dejaron la caja literalmente vacía. El PSOE remató y puso la puntilla a la política económica nefasta de Pedro Pacheco. Entre todos la mataron y ella sola se murió. Pacheco engordó durante años la deuda y el PSOE en vez de tomar medidas valientes como nosotros ahora, en vez de decir la verdad y evitar que la cosa fuera a más, lo que se dedicó fue a poner paños calientes y dar patadas al balón hacia delante, de manera que cuando nosotros llegamos el balón estaba pinchado.
—La conflictividad ha estado al orden del día desde el pasado verano, ¿por qué se ha tardado tanto en reaccionar en temas como el de los autobuses?
—Antes que nada habría que distinguir un aspecto, y es que se habla de conflictividad, pero no hay que hacerlo desde el punto de vista del ciudadano, todo lo contrario. Es más, en las numerosas visitas que la alcaldesa realiza a los distintos lugares de la ciudad lo único que se aprecian son muestras de cariño, incluso ánimos relativos a la valentía de las medidas que está tomando para salir adelante. Con respecto a los otros conflictos puntuales, caso del de los autobuses que cita, hay que partir de un hecho evidente: con dinero es muy fácil arreglarlo todo, y con dinero público, que es de todos, porque muchas veces se piensa que por serlo no es de nadie. La situación creada es porque el político de turno que ostentaba el poder en cada momento en la ciudad, para quitarse un problema de encima, más pensando en sus intereses políticos y en su tranquilidad personal, utilizaba el dinero público para solucionar un determinado problema, pero que no era una solución, sino un parche para taparle la boca a determinadas personas. Cuando se intenta gestionar con más rigor y buscando los intereses de los jerezanos, evidentemente hay que tomar las decisiones de forma muy meditada. En los autobuses se ha venido meditando y trabajando en las soluciones desde la Alcaldía y desde el área de Movilidad, y todos los pasos dados han sido firmes hasta llegar a la solución final. Ahí habría que destacar a su vez la posición de los trabajadores, a la hora de ir de la mano del Ayuntamiento hasta el final. Se ha buscado una solución que ahora mismo resuelve la situación, pero para llegar a ese secuestro para que no le cueste dinero a los jerezanos, no puede ser de hoy para mañana. Gobernar a golpe de impulso siempre le ha costado mucho dinero a los jerezanos, y aquí lo que se ha seguido es una trayectoria que podrá ser más o menos discutida, pero sobre todo intentando que le costara lo menos posible al Ayuntamiento y la solución fuese la más definitiva.
—¿Fue un error romper con Diputación sin asegurar con antelación que había bancos dispuestos a adelantar el dinero de recaudación?
—No y explico el por qué: la situación del Ayuntamiento con el convenio de Diputación era tan crítica que no hubiese supuesto ningún tipo de ingreso adicional el haber mantenido o no dicho convenio, porque como se habían comprometido por el Gobierno del PSOE los ingresos futuros, los impuestos que vamos a pagar todos los jerezanos hasta 2023 ya ese dinero estaba dispuesto y comprometido, con lo que si no se hubiese roto el convenio tampoco hubiéramos obtenido la liquidez necesaria. La ruptura, de hecho, lo que ha permitido es que hayamos podido pagar, aunque sea con un calendario vinculado a los ingresos, pero es que si no hubiese sido así no se habría podido pagar, porque estaba todo comprometido. Fue una decisión en el momento oportuno, después de meditar mucho si se podía evitar con otras soluciones, pero fue el único camino para tener liquidez, independientemente o no de que tuviéramos una entidad para obtener el adelanto de los ingresos de recaudación.
—Madrid, Jaén... municipios gobernados por el PP, ya han anunciado que van a renunciar a recoger la basura los domingos, ¿entra dentro de sus planes de cara a acrecentar el ahorro necesario?
—Ahora mismo ese no es un tema que esté encima de la mesa. Hay temas mucho más importantes, entre ellos la necesaria reorganización del servicio para con las mismas prestaciones poder disminuir el coste, con el objetivo de recudirlo hasta un 20%. Hasta ahora lo que se ha hecho es ponernos al día con la empresa gracias a los fondos ICO, lo que es importante de cara a negociar, y segundo que sea la propia empresa y los propios trabajadores los que puedan ir proponiendo cómo se puede ir reduciendo el coste del servicio. Hace poco se ha renovado parte de la flota de vehículos de recogida, que sin hacer nada más ya va a suponer un ahorro de un 7%, y ahora se estudia cómo seguir ajustando ese servicio para llegar al ahorro del 20%.
—¿Han cotejado los números a la hora de comprobar si es más beneficiosa la gestión directa de determinados servicios, caso de la ayuda a domicilio, la limpieza en colegios, los semáforos... incluso la limpieza viaria?
—En cualquier decisión de este tipo hay que ser responsable. Teniendo en cuenta la situación financiera del Ayuntamiento, no ya la económica, sino la financiera, lo que necesitamos es tener empresas colaboradoras para la prestación de esos servicios y que puedan aguantar, entre comillas, las condiciones financieras del Ayuntamiento. Se está llegando a acuerdos de planes de pago del corriente con empresas concesionarias, pero esos planes de pago no cubren la totalidad de la prestación del servicio, por lo que necesitamos empresas concesionarias que además de prestar un servicio de calidad sean capaces de financiar parte de ese servicio. Eso no ocurriría con la gestión directa y sería irresponsable por nuestra parte plantear de buenas a primeras una gestión directa cuando, por otro lado, tenemos encima un ERE debido a que tenemos que ajustar los costes de la plantilla municipal. Por lo que estamos ante un debate o una situación en la que nada es blanco o negro, sino que caso por caso hay que estudiarlo, pero ahora mismo no es el momento para plantearse la gestión directa de ningún servicio, más que nada por la situación financiera del Ayuntamiento. En el tema de Acasa, por ejemplo, la competencia de la prestación y financiación del servicio corresponde a la Junta de Andalucía. En ese caso, tendría más sentido que fuese la propia Junta la que la realizara, que es la competente para prestar el servicio.
—A grandes males, grandes remedios, pero ¿por qué ha sido imposible afrontarlos sin tener que recurrir a los despidos?
—Es una situación fácil de explicar. Partimos de una situación económica muy difícil, crítica, la más crítica en la historia del Ayuntamiento de Jerez. Un Ayuntamiento con una deuda en su globalidad de unos mil millones de euros, con una asfixia de tesorería, la necesidad de pagar a los proveedores para que los servicios se sigan prestando, y eso implica que el plan de ajuste elimine el déficit estructural, de 30 millones de euros anuales –cada año se ingresaban 30 millones de euros menos de los previstos-, y se han planteado varias medidas. Dentro de esas medidas, hay tres grandes paquetes. Uno de ellos sería la reducción de los costes corrientes de la prestación de servicios, que se ha planteado en un 20%, que es una parte de ese ahorro necesario para equilibrar el déficit y generar la cantidad necesaria para ir pagando esas deudas; un segundo sería tener muy claro que estamos en una época en la que las inversiones no pueden venir única y exclusivamente de la administración local, por lo que antes de hacer cualquier inversión tenemos que tener atada la financiación, bien por otra administración o por la colaboración público privada; y hay otro paquete que es el de personal. En este último se han hecho varias cosas: primero, reorganizar la plantilla con la RPT, después ajustar a límites racionales lo que son los salarios, y aún así es necesario aumentar el esfuerzo en materia de capítulo 1, de personal, por lo que se ha planteado la necesidad de hacer un ERE, pero en definitiva todo va unido, ya que el objetivo es sacar al Ayuntamiento de la situación económica en que se encuentra, que deje de ser un lastre para la ciudad y se convierta en un elemento impulsor o que, por lo menos, no moleste, que no sea una carga, y eso implica tomar decisiones que no son fáciles, pero es que los números son muy claros. Es una de las medidas, y aunque se pretenda focalizar como la principal, es una más de las que se tienen que plantear para poder equilibrar el presupuesto.
—Con el ERE, la RPT y el convenio laboral van a conseguir un ahorro de 32 millones de euros, pero aún así faltarán casi otros 70 millones a lo largo de ocho años para cumplir con la devolución del préstamo, ¿están convencidos de que salen los números?
—El ahorro total es para equilibrar el déficit y pagar la deuda. El ahorro de 32 millones es solo en materia de personal, pero aparte está la reducción del coste de la prestación de servicios y aparte también está el incremento de ingresos. Podríamos hablar de un tercio, un tercio y un tercio, aunque en el tema de ingresos hay que hablar más bien de cara a futuro. Para ese ahorro no hablamos solo de personal, es una pata más, y no solo es personal, sino reducción de costes, no hacer inversiones sin garantizar la financiación y el incremento de ingresos.
—Me habla de datos objetivos para conseguir el ahorro, pero también está el capítulo de ingresos, que es una previsión. ¿Qué puede llegar a ocurrir si se incumplen?
—Lo que estamos intentando es salir de la situación, pero que sea de la forma menos dolorosa posible. Si un gobierno distinto hubiese tomado la decisión de que todo ese ahorro viniese en materia de personal, ahora estaríamos hablando de una situación mucho más drástica de la planteada. Nosotros creemos que es un gesto de responsabilidad que a la hora de practicar el ahorro, solo recaiga una parte en el apartado de personal. Está claro que ahora mismo lo más controlable es la reducción de gastos, pero no podemos tomar decisiones desmedidas sin por lo menos contemplar los atractivos y la capacidad de generar ingresos de Jerez, que no tiene que estar todo vinculado a la venta de patrimonio, ya que hay otras opciones como las concesiones administrativas con las que obtener ingresos, y siempre manteniendo el nivel impositivo, ya que entendemos que los jerezanos ya han hecho suficiente esfuerzo, y eso son previsiones. Veremos si se van cumpliendo, y si no se van cumpliendo habrá que reajustar.
—¿Será necesario otro plan de ajuste para cumplir con los compromisos económicos?
—Nosotros confiamos en que esas previsiones se puedan cumplir, y si no, tener la capacidad para poder reajustar el desarrollo del plan. A priori no tenemos previsto más planes de ajuste. Se ha planteado éste para paliar la situación que padecemos, y vamos a trabajar para que se cumpla.
—¿Tienen ya claro qué van a hacer con el agua, porque los rumores aluden a que no lo tienen?
—En ese tema nunca el Gobierno ha sido tan tajante como decir blanco o negro. Lo que sí está claro es que tenemos una situación económica difícil en la que para poder atender a los pagos que tenemos es necesario obtener ingresos, y en el tema del agua siempre, desde el primer momento, se ha dicho claramente que aunque es una decisión que a nadie le gusta, se tiene que tomar. Una vez aparecido los préstamos ICO y antes de tomar decisiones a la ligera se decidió paralizar ese proceso para ver cómo evolucionaba la situación y cómo se reajusta el plan de ajuste. El tema del agua está ahí todavía, y en función de los intereses para la ciudad se tomará la decisión que sea necesaria. Bien sea concesión o empresa mixta. Al final la decisión será la que consideremos más beneficiosa para la ciudad en un momento oportuno. Por lo tanto, ahora mismo no podemos hablar de forma tajante de ninguna opción. El abanico está abierto, pero lo que está claro es que tenemos que hacer frente a unos pagos y necesitamos obtener unos ingresos.
—Se habla del daño a la imagen de Jerez de cara al exterior, ¿en qué medida está afectando a la llegada de nuevos inversores?
—La realidad es la siguiente. La situación económica en general no es buena, y por lo tanto eso afecta a todos, a Jerez, a Cádiz, a Lebrija, a Sevilla, a cualquier sitio, lo que sí está claro es que Jerez tiene una serie de atractivos que los demás no tienen. Tiene una marca internacionalmente reconocida, que es fruto de muchos siglos vinculados al vino y que después ha ido evolucionando. Eso es un activo del que ya disponemos que nos hace atractivos. Después tiene otros atractivos adicionales, como buenas comunicaciones, ubicación privilegiada, suelo en condiciones ventajosas, y la apuesta que hacemos es que lo poco o mucho que se pueda mover en la provincia Jerez tiene muchas oportunidades de que sea aquí donde se implante, independientemente de las gestiones que se realizan a diario desde Impulso Económico para atraer inversores. A día de hoy, la situación económica no es favorable, pero los empresarios que vienen a la zona prefieren invertir en Jerez antes que en otros lugares, o por lo menos vienen antes a preguntar en qué condiciones está el suelo y lo que intentamos es darle facilidades, como administración accesible y rápida, y ahí está el tema de la licencia express, que hemos sido de los primeros en acogernos al decreto del Gobierno… La realidad es que la marca, ese atractivo que es un activo de todos los jerezanos hace que, en igualdad de oportunidades, Jerez esté un poco mejor que el resto, de cara a atraer inversiones.
—Los ciudadanos esperaban algo más de ayuda desde el Gobierno central, ¿ustedes también?, sobre todo en el tema de la PIE.
—Las relaciones con el Gobierno son magníficas. Primero por la propia ciudad, que está en la mente de los dirigentes del PP, y por las magníficas relaciones que tiene nuestra alcaldesa con los centros de decisiones en Madrid. La situación es que el Gobierno de Mariano Rajoy llegó en noviembre y se encontró con una situación análoga, pero a otra escala de la que nos hemos encontrado en Jerez. Ahora mismo hay que distinguir lo urgente de lo importante, y el Gobierno de Mariano Rajoy tiene ahora otros problemas mucho más importantes, de mayor calado, como para estar más o menos centrados en los temas puntuales no ya de Jerez, sino del resto de municipios de España. Partiendo de esa premisa, sí le digo que se han mantenido ya varias reuniones con el ministro de Hacienda, hemos tenido reuniones con secretarios de Estado y directores generales para varios asuntos, y en el caso concreto de la PIE, aunque hemos notado un cambio a mejor desde que el PP gobierna en Madrid, seguimos en la negociación para poder desbloquearlo. Hay que tener en cuenta que antes de eso ha habido un plan muy importante, que ha sido el del ICO, y en el que hemos estado volcados para poder inyectar entre los proveedores más de 300 millones de euros. La receptividad es absoluta, gracias también a nuestro diputado en Madrid, Aurelio Romero, que es nuestro enlace y un poco el cicerone de Jerez en Madrid para abrirnos las puertas.
—Lo que no esperaban era lo de las elecciones andaluzas. ¿En qué medida les ha afectado a la hora de modificar su hoja de ruta?
—Es evidente que a Jerez le hubiese venido muy bien a Jerez un gobierno de la Junta de Andalucía presidido por Javier Arenas, pero no solo a Jerez, a Jerez y a toda Andalucía. Ha sido una coalición de PSOE e IU la que han arrebatado el Gobierno a Javier Arenas. De todas formas, esperamos que Jerez, por su propio peso específico y el de los jerezanos, tenga un apoyo en todas las administraciones, gobierne quien gobierne, porque además es de justicia, y así de hecho se lo hemos solicitado a la Junta, y esperamos que sea así. Es evidente que si estuviese Arenas gobernando hubiese sido bueno para los jerezanos, porque el PP tiene muy claro que Jerez es la quinta ciudad más importante de Andalucía y que hay que apostar por Jerez porque es una ciudad de futuro. Aún partiendo de esa premisa, no somos pesimistas, creemos que Jerez se merece un trato muy bueno en todos los niveles. A quién hay que decirle o echarle la culpa de que Arenas no haya gobernado en Andalucía, pues evidentemente a los dos partidos que se han puesto de acuerdo para que sea así.
—¿Qué satisfacciones les ha deparado este primer año de gestión?
—Pues verá. A nivel personal, cuando llegué al Gobierno, una persona que formaba parte del anterior gobierno, no sé si por circunstancias personal, o por la división interna que padecieron, me dijo una frase que se me quedó clavada. Me dijo que no había sido feliz ni uno solo de los días que estuvo en el Ayuntamiento. Yo le diría lo contrario. Cada día que pienso en este primer año estoy contento, porque todos los días son días de felicidad. Nos levantamos muy temprano para trabajar y ver que hacemos algo útil. La satisfacción es venir todos los días al Ayuntamiento con ilusión y con ganas, porque sabemos que estamos haciendo cosas que son por el bien de la ciudad. A eso añadiría la existencia de un equipo de Gobierno en el que estamos todos a una. Y en tercer lugar, que estamos sintiendo el aliento de la gente en la calle, que nos anima a seguir para adelante, y eso es muy importante. Reconocen y se dan cuenta de que este gobierno está formado por personas honradas y entragadas que vienen a trabajar e intentar que el tiempo que estemos dejemos una ciudad mejor que la que nos encontramos.
—¿Qué opinión le merece la labor de la oposición? Les critican que no ha habido mano tendida...
—La oposición ni ha estado ni se le espera. Cualquier jerezano analiza la actuación de la oposición a nivel general y verá que solo se dedican a buscar un rédito electoral que el interés general de la ciudad. Aún entendiendo ese interés, creo que no es la más honesta y necesaria en estos momentos. Cualquier cosa que se plantea tiene un pero, da la sensación de que no gusta que las cosas puedan arreglarse. Muchas veces, lo que adolece la oposición es de trabajo. Van a los titulares de prensa, pero después cuando se les convoca a las reuniones de trabajo no aparecen. Están todo el día pidiendo la mano tendida, y cuando se les tiende para ir a las reuniones no aparecen, y si lo hacen es para sacarle punta a cualquier asunto.
—¿Habrá relevo al frente del área de Economía?
—Afortunadamente, hay en el Ayuntamiento magníficos profesionales que, con una clara dirección política de la alcaldesa, hacen las labores perfectamente. Aquí se ha gestionado el tema del ICO bajo la dirección política de la alcaldesa en colaboración de los demás compañeros. El que por circunstancias personales no dispongamos de la presencia física de un compañero, no significa que esa área tenga deficiencias. Es más, Enrique Espinosa está en continua comunicación con la alcaldesa y con el resto de compañeros, se le pregunta y opina sobre las decisiones que hay que tomar. El día a día ya lo realiza un magnífico grupo de técnicos y hasta ahora no ha habido inconvenientes para tramitar cualquier asunto. Que estamos encantados con Enrique y que queremos que se recupere lo más pronto posible, también, pero que aunque no tenga presencia está con nosotros.

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