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El Lora Tamayo: del antiguo hospicio a la zona de Icovesa

El actual convento de Capuchinos acogió en 1961 el nacimiento de la Escuela de Maestría Industrial

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La llegada el pasado mes de septiembre de la reliquia de Don Bosco fue el preludio del comienzo de los actos conmemorativos del cincuentenario del Colegio Salesiano Manuel Lora Tamayo. Esta semana se ha presentado el programa de actos y el próximo día 10, en el Cortijo de Duchas, se dará el pistoletazo de salida a esta conmemoración tan especial para el mundo de la formación profesional de nuestra ciudad.
Esta efemérides hay que encontrarla cuando la Diputación decidió trasladar a Cádiz el Hospicio de Jerez, donde trabajaban de capellanes los salesianos. Entre ellos destacaban Isaac Leal y  Guillermo Hernández. La labor de Guillermo era tan apreciada por la Diputación que propuso a este salesiano como director del Hospicio en su nueva sede de Cádiz. La Congregación Salesiana aceptó a condición de utilizar el viejo Hospicio como Centro de Formación Profesional.
La Diputación cedió el uso de los locales por veinte años, siempre que no se hicieran nuevas obras en el inmueble. De este modo, en locales viejos, sin mobiliario y en medio de una gran penuria, dieron comienzo las Escuelas Profesionales Salesianas, sin ayuda estatal ni privada que respaldase en aquellos momentos la fundación.  “El colegio se estableció allí en noviembre de 1961, en lo que se llamaba Maestría Industrial. Estaban ubicado donde actualmente está el convento de los Padres Capuchinos y tenía el nombre de Purísima Concepción. Empezó con ciento sesenta y cinco muchachos y con tres cursos. Uno de preparación, primero de iniciación profesional y segundo”, comentaba el actual director del Colegio Lora Tamayo, el sacerdote salesiano Antonio García Reyes.
En 1964 se llegó a los trescientos setenta y nueve alumnos. “Ya se intuía -significa el director- que aquello se quedaba chico para la Obra. Esta labor llamó la atención del Ayuntamiento y de la Diputación, entonces con Alvaro Domecq al frente, que fue el que empezó junto al director a buscar un espacio más amplio donde ubicar el centro y se encontró el sitio en el Pago de la Serrana (Icovesa), donde estamos actualmente”.
La primera piedra del actual colegio  “se puso exactamente a las 17.30 horas del 18 de marzo de 1966. Estuvieron presentes el obispo auxiliar, entonces Jerez no poseía diócesis propia y dependía de la de Sevilla, monseñor Cirarda;  Ambrosio Díaz, el inspector, y Antonio Martín Notario, el segundo director de la casa. Martín Notario fue el salesiano que hizo el traslado del Hospicio aquí. Fue un traslado de muebles, ya que ésta es la misma casa que la que se inició en  la zona de Capuchinos. El rector mayor, Renato Ziggiotti, estuvo en el Hospicio y autorizó canónicamente la casa”.
Una casa salesiana que seguía siendo la misma, aunque en ubicación diferente y con nombre distinto, ya que se homenajeó al entonces ministro de  Educación, el jerezano Manuel Lora Tamayo que “tuvo una intervención decisiva, ya que consiguió una cuantía importante de dinero, unos 40 millones de las antiguas pesetas y de aquella época, para que el colegio se fuese construyendo poco a poco”. Fue tan poco a poco que se dio la circunstancia de que “en el año 1968 los muchachos daban la teórica en la Purísima y las prácticas ya las hacían aquí, donde se habían montado los talleres. Dice el cronista de la Casa, que había un problema de disciplina entre un espacio y otro. Algo lógico, teniendo en cuenta que los chavales venían de Capuchinos a aquí y algunos se perdían pro el camino”. Abundando en la importancia de Lora Tamayo, que rebautiza el Centro con su nombre, Antonio Reyes ratifica que “el proyecto estuvo muy refundado desde Madrid, sobre todo por Lora Tamayo, aunque es cierto que que la sociedad jerezana contribuyó mucho. En aquel entonces la importancia de las empresas bodegueras era enorme y se conservan cartas de Antonio Martín Notario con los gerentes de las distintas bodegas. González Byass donó un millón de pesetas, que era un dinero considerable de aquella época, y otras bodegas también”.
Defnitivamente en el año 69/70 ya todos los alumnos están en el nuevo centro. Hay una nota del director de aquel año que dice textualmente “por fin ya estamos todos aquí arriba, ya no tenemos que subir y bajar. Comienza el curso con un sentimiento de alegría general. Todos los muchachos están definitivamente en la nueva casa”.
Una labor que tenía el reconocimiento de todo Jerez ya que “en aquellos años 61/61 en los Hospicios había que batallar con el tipo de muchachos de aquel tiempo, chavales difíciles, muy dañados. Había que cambiar la imagen de ese chaval a la del nuevo muchacho”, dice Antonio Reyes quien agrega que “la Formación Profesional, entonces Maestría Industrial, se puso en marcha porque el alcalde, Tomás García Figueras, quería formar muchachos para las empresas jerezanas. La Obra salesiana es una obra muy social, de trabajar con el muchacho obrero. Se trabajaba con chavales muy deteriorados que no iban para empresarios, pero sí para fortalecer el tejido social de la ciudad y, de hecho, en el curso 1966/67 salieron los 23 primeros chavales con los seis años de oficialía. Salieron los nombres en el periódico La Voz del Sur. Era la primera promoción, eran 23 nuevos técnicos para la sociedad y se escribía que la congregación salesiana había elevado la dignidad del sector obrero de Jerez”.
Posteriormente llegarían la primaria, la secundaria y los bachilleratos como alternativa paralela a la formación profesional. “Son opciones de la congregación mucho más posteriores. Estamos hablando de los años 80 y 90, cuando los directores hacen una reflexión, que no fue cierta. Era hacer primaria para alimentar a la formación profesional, pero se tenía un solo curso y la calificación de FP era un grande. El bachillerato es aún más novedoso. El ciclo integrado se consigue con Carlos Correas como director, ya en torno a 1998.La presencia salesiana con este centro siempre ha tenido que ver con la formación profesional. De hecho hay que significar que de los mil alumnos con los que contamos actualmente, seiscientos o setecientos son de esa rama. Tenemos ciclos medios y superiores. De grado medio están ramas como mecanizado, automoción, electricidad, frío, consumo, electrónica y de grado superior, secretariado y regulación y control. Es una oferta muy amplia que se verá incrementada de inmediato con la antigua ocupacional”.
Tiene, dentro del ciclo integrado, cursos de infantil; primaria, la Secundaria con la ESO y los bachilleratos de Ciencias y Tecnología y Humanidades y Ciencias Sociales.
Mil alumnos en un colegio de amplios patios, como quería Don Bosco, y con el santuario de María Auxiliadora, inaugurado en 1998, como vigía y faro del carisma salesiano que sigue haciendo historia en Jerez.

Don Bosco tendrá un monumento junto a la
histórica palmera  jóvenes

Los actos del cincuentenario servirán para que Jerez cuente con un monumento a San Juan Bosco. La idea ha partido de la Asociación de Antiguos Alumnos que ha abierto una cuenta para sufragar los gastos de esta obra que ha sido encargada al escultor onubense Martín Lagares, que ya ha hecho varias obras del Santo de Turín así como otras de María Auxiliadora, y que se pretende sea inaugurado en el mes de enero, coincidiendo con su festividad, el 31 de dicho mes. El monumento irá junto a la palmera que hay en la puerta de acceso al colegio y que ha sido testigo de excepción de su puesta en marcha, de su crecimiento, de sus alegrías y sus penas.
Siendo este el gran acto del cincuentenario no hay que olvidar que el próximo día 10 se llevará a cabo la inauguración en el Cortijo de Duchas, con un recorrido histórico que hará Marco Antonio Gómez, la entrega de un cuadro conmemorativo que ha sido realizado por Jologa y con la presentación del logo del cincuentenario. En este mes habrá una Eucaristía por los salesianos difuntos.
En diciembre, misa en Capuchinos, antiguo colegio Purísima Concepción, concurso de villancicos y zambomba solidaria con las misiones salesianas de Togo; en enero la festividad de San Juan Bosco, su monumento y la inauguración de la nueva sede de los antiguos alumnos; en febrero, cena benéfica de la familia salesiana y bienhechores y en marzo,  retiro y convivencia cuaresmal y concierto de bandas; en abril, tercer encuentro de escuela y empresa y congreso pedagógico; en mayo, mes dedicado a María Auxiliadora, con pregón, novena, salida procesional , jornadas técnicas escuela salesiana y empresas y fiesta local de pastoral juvenil; en junio, fiesta de los antiguos alumnos y fiesta de la comunidad educativo pastoral de la casa; en julio y agosto,  peregrinación a lugares salesianos de Turín y en septiembre será la clausura del cincuentenario, con un acto y una cena.
La familia salesiana se completa con la Comunidad, el profesorado, el alumnado, la Asociación de Antiguos Alumnos, la Asociación de Padres y Madres de Familia, los Hogares Don Bosco, las ADMAS (Asociación de Damas de María Auxiliadora) y la salesiana Hermandad de La Redención,  con sede canónica en el Santuario.    

 

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