La operación Horus que tanto revuelo levantó en el verano de 2011 duerme actualmente perdida entre varios juzgados de España, una vez que se constató que la investigación de la Guardia Civil le llevó a conclusiones erróneas. El polémico caso que llevó el exjuez decano de Sanlúcar la Mayor, Francisco Carretero, hoy adscrito como juez de apoyo al Juzgado de lo Mercantil, ha resultado terminar como un absoluto caos al no conocerse a qué juzgado corresponde el procedimiento.
Cuando se constató la ausencia de red organizada y que las personas que acudían al campo a rescatar pollos de águilas eran funcionarios habilitados para ello y no saqueadores, el asunto fue remitido al Juzgado de Instrucción 4 de Sevilla; éste reconoció a las partes personadas que las actuaciones no le habían llegado completas de Sanlúcar. Por su parte, el propio fiscal remitió con fecha 27 de junio de 2013 un escrito en el que señalaba que “comprobados los registros de entrada y salida no se encontraba”, después de que que se hubiera remitido en dos ocasiones al fiscal y al Consejo General del Poderl Judicial (CGPJ) se le comunicara que estaba “en la Fiscalía”. El propio fiscal llega a decir que “desconoce el lugar donde se encuentra dicho procedimiento”.
Los propios imputados, “hartos del estado de abandono del asunto”, según fuentes del caso, han dirigido tres denuncias al CGPJ, denuncias que les fueron contestadas, según las explicaciones dadas por el Juzgado de Sanlúcar, en el sentido de que las actuaciones se encontraban en Fiscalía, lo que posteriormente desmintió ésta.
A fecha de hoy no se sabe dónde están las actuaciones y qué juzgado las lleva, mientras que el juez que instruyó el caso de forma personal y directa, aun perteneciendo los hechos a una pluralidad de ciudades y partidos judiciales, se fue del Juzgado dejando el asunto en manos de un sustituto que, hasta el momento, no ha sido capaz de organizar o aclarar el estado del sumario.
Se da la circunstancia de que existen multitud de aves incautadas, documentación, etc, que está sin localizar y sin que se sepa a qué juzgado hay que solicitar su devolución. La propia investigación, aireada en medios de comunicación simultáneamente a que se produjera y por el servicio de prensa de la Guardia Civil, llevó consigo el que la Junta desistiera de seguir apoyando el Centro de Cría de San Jerónimo para Águilas Imperiales, suponiendo un importante golpe al programa de reintroducción de esta especie en otras zonas de Andalucía, y ello a pesar de los éxitos internacionales que dicho programa, considerado modélito a nivel mundial, consiguió.