La flota de cerco de la Bahía de Cádiz, que salió anoche a faenar por primera vez tras el paro biológico al que ha estado sometida desde diciembre, ha capturado 17.100 kilos de pescado -10.800 de boquerón y 6.300 de sardinas- que han alcanzado un precio en lonja de 2,6 y 2,4 euros por kilo, respectivamente.
A pesar de las adversas condiciones meteorológicas, según el patrón mayor de la Cofradía de Barbate, Alfonso Reyes, 20 de los 27 barcos se han echado a la mar, aunque el fuerte oleaje ha impedido aproximarse a zonas más alejadas de la costa para comprobar si la talla de las especies ha aumentando tras la veda impuesta por el gobierno central para garantizar la sostenibilidad de la actividad.
En total, la cofradía barbateña estima que se han podido dar ya de alta unos 300 tripulantes.
Si el tiempo no mejora será necesario esperar algunos días más para poder ver en las lonjas pesqueras ejemplares que lleguen a los 40 gramos, como sucedió el pasado año tras el período obligatorio de amarre.
Sobre la vuelta al caladero marroquí, Reyes ha asegurado que aunque tiene "toda la ilusión" en que sea lo antes posible, no cree que se produzca antes de marzo o abril.
De hecho, los armadores esperan que el retorno al país vecino compense los "enormes gastos" en varadas y reparaciones de buques y redes, a los que tienen que enfrentarse durante el periodo que no pueden pescar.
Los marineros, por su parte, cobran directamente el desempleo cantidad que consideran "totalmente insuficiente" para el sustento de algunas familias.
En el golfo de Cádiz se dedican a esta modalidad de pesca unas 80 embarcaciones repartidas en cuatro puertos: Barbate y Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, y Punta Umbría e Isla Cristina, en Huelva.