La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, ha condenado el último asesinato por violencia de género ocurrido en Jerez de la Frontera (Cádiz), donde una mujer ha muerto presuntamente apuñalada por su cónyuge. Con éste se elevan a tres los asesinatos por violencia de género confirmados en Andalucía en lo que va de año, tras los registrados en Pozoblanco (Córdoba) y Torremolinos (Málaga), mientras que se siguen investigando los ocurridos en San Roque y Chiclana (Cádiz).
En un comunicado, Crespo ha expresado su "indignación" por esta muerte, y ha pedido "contundencia" de la sociedad y de todos los poderes públicos contra "los maltratadores". De la misma manera, ha solicitado que "todo el peso de la ley caiga sobre ellos".
Además, ha hecho un llamamiento para que "la responsabilidad de denunciar sea asumida por toda la sociedad y no recaiga sólo sobre las víctimas". Para la delegada, "es fundamental la ruptura del silencio cómplice, que toda la sociedad sea consciente de la necesidad de advertir a las autoridades cuando se perciba el más mínimo indicio de violencia doméstica o de maltrato en el entorno".
Según Carmen Crespo, "el Gobierno no va a cejar en la lucha contra el machismo y la violencia de género y seguirá impulsando todas las medidas a su alcance para proteger a las víctimas y perseguir a los maltratadores". Asimismo, ha recordado que se ha pedido a la presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso que convoque a los grupos parlamentarios para "avanzar juntos contra la violencia de género".
Así, son tres los asesinatos por violencia de género confirmados en Andalucía en lo que va de año, tras los registrados en Pozoblanco (Córdoba) y Torremolinos (Málaga), mientras que se siguen investigando los ocurridos en San Roque y Chiclana (Cádiz).
En el primer caso de los que aún se encuentran en investigación, una madre y su hija de nueve años aparecieron muertas en Sotogrande, mientras que el cónyuge y presunto agresor, posteriormente detenido, apareció muerto en el calabozo. Por su parte, en el caso de Chiclana, se practican pruebas periciales para determinar con exactitud la autoría de los disparos que causaron la muerte de una mujer y su pareja.