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La Unión de Hermandades podría mudarse al Mamelón

Todo apunta a que ocupará el edificio de Participación, que se trasladará a la antigua sede de Ajemsa en Divina Pastora

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El edificio que actualmente ocupa la Delegación municipal de Participación Ciudadana en la calle Sevilla (Mamelón) tiene todas las papeletas para convertirse en nueva sede de la Unión de Hermandades, después de que este área vaya a trasladarse próximamente a las dependencias que hasta hace unos meses venía utilizando Aguas de Jerez (Ajemsa) en Divina Pastora.

El Ayuntamiento y la Unión de Hermandades llevan meses trabajando en esta cuestión, a raíz de que este órgano hubiera trasladado al Gobierno local la necesidad de contar con una sede de mayor superficie de la actual, ubicada en la calle Curtidores. El Consistorio había trasladado distintas alternativas, en el marco del proceso de reestructuración interna en el que se encuentra inmerso con el objetivo de abaratar costes de mantenimiento. En principio, parece que esta última opción cubriría las necesidades que se habían planteado por parte de la Unión de Hermandades, que devolverá al Ayuntamiento el edificio de Curtidores que le fuera cedido hace ahora once años.

La actual sede de la Delegación municipal de Participación Ciudadana tiene una superficie total de 526 metros cuadrados y una superficie construida de 1.192 metros cuadrados. Se trata de un edificio protegido del primer tramo del siglo XX, de ahí que resulte complejo ejecutar actuaciones que modifiquen su estructura.

De hecho, trabajadores municipales han reconocido a este medio que el inmueble -de aspecto solariego- es poco funcional. Está previsto que Participación Ciudadana se traslade a Divina Pastora a lo largo de los meses de verano, previsiblemente en julio.

El edificio del Mamelón fue mandado construir por Felipe Morenés García Alessón, marqués de Borghetto y de Villarreal de Burriel, procedente de Tarragona, que a finales del siglo XIX contrajo matrimonio en segundas nupcias con Blanca Medina y Garvey, una de las propietarias de la bodega Garvey.

El estallido de la Guerra Civil sorprendió al matrimonio en Madrid, decidiendo trasladar su domicilio a Jerez después de haber perdido sus colecciones de pinturas y antigüedades en el marco de dicho conflicto.

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