A su regreso a Gibraltar, Caruana declaró que el alto nivel al que fue firmado este acuerdo intergubernamental entre el Peñón y Estados Unidos, es reflejo de la importancia que ambas partes le otorgan al documento. “Gibraltar agradece el incremento de los niveles globales en servicios financieros que emergerán en un futuro próximo y se encuentra bien situado para prosperar en esta nueva era”, manifestó el ministro principal, concluyendo que “doce años de planificada ubicación de nuestro centro financiero, sus actividades y reputación, apoyarán ahora la posición del Peñón”.
Oposición
Por su parte la oposición gibraltareña destacaba ayer que esta firma “no ha sido iniciativa del Peñón” sino algo que se ha tenido que hacer “como resultado de la campaña internacional dirigida por Estados Unidos contra los paraísos fiscales”. Socialistas y liberales añaden que “tampoco Gibraltar ha sido el primer territorio de ultramar británico en firmar un acuerdo de estas características”.
El único punto novedoso, asegura el portavoz de la oposición, Fabian Picardo, es que la tradicional postura del Peñón sobre este asunto se ha invertido, ya que hasta ahora la política era no ofrecer información sobre cuentas bancarias de personas que no estuvieran declarando sus ingresos a efectos fiscales en Estados Unidos.
Picardo concluía señalando que el ministro principal no debería buscar capital político de este asunto, ya que “lo ha presentado como una victoria diplomática cuando era algo que iba a ocurrir le gustara o no”.