Un joven algecireño, Antonio Heredia, se está planteando medidas para denunciar su situación y, más en concreto, la de su hija Rocío, de apenas 18 meses. La pequeña sufre una parálisis del plexo braquial en un brazo, caso por el que estuvo recibiendo fisioterapia y rehabilitación en el hospital Punta Europa entre ocho y diez meses.
La situación terminó en un cruce de denuncias. Según narra el padre de la niña, “le dieron el alta antes de tiempo y además no querían darme un papel en el que constase que le daban el alta”. Al final consiguió el documento, pero se dirigió a Sevilla, al hospital Virgen del Rocío, al ver que la niña había empeorado bastante tres meses después de recibir el alta. Los informes del hospital sevillano son contundentes al señalar que la niña necesita seguir en fisioterapia. Por ello, la familia denunció a una doctora del hospital.
Sin embargo, en el clima de tensión que se vivió en el centro, el propio hospital denunció al padre de la niña por amenazas, en un juicio al que ni siquiera compareció, explica, sobrepasado por el ajetreo de acudir en varias ocasiones a Sevilla por el caso de su hija.
Lo que más le desespera en estos momentos es que lleva mucho tiempo desempleado y con una pensión de 300 euros no puede hacer frente a estos desplazamientos, además de los gastos de vivienda, alimentación, etc y una segunda hija que viene en camino -su mujer está embarazada de ocho meses-. Por ello solicita un trabajo, para lo que ya ha llamado a numerosas puertas. Incluso ha comunicado ante la Subdelegación del Gobierno su intención de protagonizar una huelga de hambre.