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Abengoa: despidos masivos en Brasil y choque con el Gobierno

Los sindicatos del país carioca aseguran que la empresa les ha comunicado que se quedará con 400 de los 5.000 trabajadores brasileños. Incluidas las plantas de bioenergía. El Gobierno español anuncia que revisará las indemnizaciones millonarias de Felipe Benjumea y Manuel Sánchez Ortega.

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  • planta de etanol en brasil -

arte de las peores previsiones posibles en la crisis financiera y empresarial de Abengoa se están cumpliendo, desgraciadamente. Primero, las relativas a pérdidas masivas de empleo -en Brasil, con 4.100 trabajadores en  el alero y otros 500 ya despedidos sólo ayer según los sindicatos -. En toda Latinoamérica, como adelantó el pasado viernes www.andaluciainformacion.es, la empresa prevé clausurar sus actividades en Brasil, México y Chile y los empleados afectados superarían los 6.000. Sobre una plantilla total de 28.600 trabajadores en todo el mundo.

Abengoa cuenta en Brasil con 11 proyectos de líneas de transmisión eléctrica en construcción en el país, incluyendo una línea de 1.850 kilómetros entre Tocantins y Bahía y una de 1.820 kilómetros entre Tocantins y Pará, así como obras en el noreste y sureste de Brasil. A ello se suman dos plantas de etanol de caña de azúcar. El gestor de las líneas eléctricas brasileñas (la Red Eléctrica local) estudia asumir los activos de Abengoa.

Segundo, las que tienen que ver con las investigaciones sobre la labor de sus gestores, el expresidente ejecutivo y presidente de honor, Felipe Benjumea, y el exconsejero delegado, Manuel Sánchez, tras las dos nuevas demandas presentadas ayer por accionistas minoritarios y bonistas en la Audiencia Nacional contra ellos, el actual consejo de la empresa y  su auditora Deloitte por falsedad contable y , en paralelo, por la vía civil para pedir responsabilidades por daños y perjuicios tras no cumplir el deber de facilitar “una información veraz que proporcione una imagen fiel” de la empresa.

A todo ello se suma un tercer frente muy relevante: el Gobierno central, en una decisión inédita en una crisis de una empresa privada en España, ha decidido revisar las indemnizaciones recibidas por Benjumea y Sánchez Ortega en mayo y septiembre, por 11,4 y 4,4 millones tras dejar sus cargos, para ver si se ajustan al interés general. Algo que sólo se había producido previamente con las indemnizaciones de directivos de bancos y cajas nacionalizados como Bankia y CaixaGalicia. No en empresas privadas. La exposición de dinero público por 415 millones, vía ICO, Cesce y Cofides, justifica esta decisión, cuyas consecuencias son difíciles de atisbar actualmente. A esa cifra se suman 582 millones en créditos concedidos por Bankia -controlada por el Estado- a Abengoa. En total, 997 millones.

El ministro Luis de Guindos aseguró ayer en un acto en Valladolid que los citados tres acreedores públicos de Abengoa  tienen “instrucciones de analizar” si las “poco presentables” indemnizaciones de Benjumea y Sánchez, anunciadas con anterioridad al preconcurso de acreedores repercuten en el interés general.

Tras asegurar que los acreedores públicos -que son sólo tres entre las 200 entidades financieras acreedoras por importe de 8.900 millones- mantendrán una “postura constructiva”, el ministro ha asegurado que “no es cuestión de echarle culpa al Gobierno o a la banca” de la situación actual de Abengoa. La firma es una empresa “viable y puntera” que recibe el 90% de sus ingresos del extranjero, razón por la que las primas a las renovables en España no son la causa de su problema. “Su problema es de endeudamiento, es una empresa muy, muy, muy apalancada”. 

Dura críticas del Gobierno

Guindos aludió a las primas a las energías renovables, que el Ejecutivo central cambió a inicios de 2012, porque algunas fuentes de la cúpula de Abengoa señalaron ayer al diario El Mundo que ese cambio legal le ha hecho a la empresa perder 1.500 millones de euros. Las mismas fuentes repartieron la responsabilidad de la crisis de Abengoa, que la llevó a declarar preconcurso hace justo una semana, con la banca, a la que acusaron de no apoyar pese a haber obedecido dos de sus condiciones: ampliar capital y prescindir del presidente, Benjumea.

Al ministro de Economía se sumó el de Industria, José Manuel Soria, a quien las fuentes de la empresa atribuyen su responsabilidad por haber impulsado la rebaja de las primas a las renovables, en concreto la termosolar -Abengoa tiene más de 700 Mw termosolares en España.

“Dudaría mucho que nadie de la empresa pudiera hacer ninguna afirmación de esa naturaleza, pero si alguien de la empresa lo hiciera, simplemente le diría que se hiciera la siguiente pregunta: ¿Por qué empresas del sector energético en España que tiene una actividad en el país muy superior en porcentaje a la que tiene Abengoa, que no llega ni al 15 por ciento, han tenido una cotización muy por encima del Íbex y en el caso de Abengoa, lamentablemente, ha llegado a perder el 70% de su valor, cuando en España sólo tiene el 15% de su actividad”, argumentó Soria. 

El ministro añadió que la causa de los problemas de Abengoa no está en los cambios legales. La empresa tiene "”fortalezas” en el sector de la ingeniería, infraestructuras y energía pero, destacó, lo que su cúpula “no ha sabido hacer bien es todo lo que tiene que ver con la dirección financiera”. “Y ahí está el resultado, es una empresa que tiene un nivel de apalancamiento de tal envergadura que los costes financieros se están comiendo los flujos de caja y, por tanto, es lo que le ha llevado a tener un pasivo de muchos miles de millones de euros”.

Criticó además que “sorprenden” las indemnizaciones millonarias recibidas por Felipe Benjumea y Manuel Sánchez Ortega, a pesar de haber dejado a la empresa en la actual situación. “Eso sí que sorprende, porque no parece que  [las indemnizaciones] vayan en relación con la situación de la empresa”, aseguró.

Inédito retraso del default

A la excepcionalidad de que el Gobierno central haya entrado en analizar las indemnizaciones de la cúpula, y criticado la gestión de la empresa, se une en el ámbito de los mercados internacionales la decisión de la ISDA de posponer al viernes la declaración formal de que la empresa incumple pagos (default). ISDA es un organismo privado que aglutina a inversores en swaps y derivados (productos financieros complejos) y analiza si un cupón de 70.000 euros que Abengoa México debía de abonar esta semana se ha pagado o no. Es la primer vez, según fuentes del sector de la banca de inversión, en que el ISDA pospone una declaración. Hoy hay otra prueba de fuego con el vencimiento de pagarés emitidos en la Bolsa de Dublín por 2,25 millones.

"No puedo entrar al comedor: vaya a RRHH, está despedido"

La situación laboral en Palmas Altas se deteriora hasta niveles desconocidos para los 2.000 empleados de la sede central de la empresa. Según fuentes internas, en estos días se ha dado el caso de un grupo de trabajadores que, tras no poder acceder con sus tarjetas de empresa al comedor corporativo, fueron instados a acudir a Recursos Humanos (RRHH), donde se les comunicó su despido. Es decir, no se les preavisó y descubrieron que los echaban al no funcionarles la tarjeta.
En paralelo, otros trabajadores están recibiendo directamente en sus ordenadores avisos de que se les ha dado de baja en la Seguridad Social y del plazo temporal del que disponen para recoger sus enseres y abandonar la empresa. Otros empleados, incluido becarios, están abandonando voluntariamente la empresa ante la degradación de las condiciones de trabajo.

Álvaro Polo es el director de RRHH de Abengoa y está muy cuestionado por las reglas y métodos que sigue en la gestión del personal del grupo. Las mismas fuentes internas aseguran que Polo no hace más que obedecer las instrucciones de Felipe Benjumea, presidente de honor, que sigue siendo el verdadero hombre fuerte en la empresa.

Tras los despidos en empresas a extinguir como Abencor, en otras como Eucomsa y en empresas que tienen a trabajadores subcontratados en instalaciones de la empresa como ocurre en la filial Simosa IT, alrededor de 250 personas se han desvinculado de la empresa en las últimas semanas.
En estos días se está procediendo además a prescindir de empleados de las áreas de Recursos Humanos o Jurídico de filiales como Inabensa, y otras, cuyos puestos son redundantes.

El temor entre la plantilla tras asegurársele desde la empresa que la nómina de este mes no está asegurada, es que la situación se prolongue varios meses hasta que se vuelva a recibir el salario.

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