Los presuntos agresores de un niño de siete años en un colegio de Sevilla no serán expulsados hasta que el expediente abierto clarifique qué sucedió, según ha afirmado hoy la delegada provincial de la Consejería de Educación, Francisca Aparicio.
La delegada de Educación ha mantenido hoy en el colegio José María del Campo del barrio de Triana, junto con un inspector de la Consejería, encuentros con la madre del niño presuntamente agredido y con los de los de los supuestos agresores.
En declaraciones a los periodistas, Aparicio ha asegurado que el centro no ha tenido ninguna denuncia sobre casos de acoso escolar desde el año 2013, a pesar de que la madre del niño supuestamente agredido asegura que denunció varias veces antes la dirección del colegio el acoso a su hijo.
Por su parte, la madre del niño de siete años ha dicho hoy a los periodistas que denunciará al centro escolar, ya que entiende que es "indignante" que su hijo comparta aula con los presuntos agresores y que se intente "pasar página y que sean los niños amigos".
Según la madre, su hijo se encuentra encerrado en su habitación con las persianas bajadas y sin querer salir, a pesar de que tiene la indicación del colegio de que mañana debe volver a las aulas.
El padre y la abuela de uno de los presuntos agresores, que hoy también se han personado en el colegio, han declarado que es falso que se le tirase al niño ningún recipiente de cristal, ya que está prohibido su uso en el colegio.
Han insinuado que el niño presuntamente agredido es víctima de la situación que vive en su casa, ya que, según han afirmado a los periodistas, hay constancia de peleas entre los padres y de constantes llamadas a la Policía por parte de los vecinos al escuchar estas disputas.
Otros padres que hoy han llevado a sus hijos a este colegio han afirmado no se deben dar por ciertos estos hechos.
La Fiscalía de Menores investiga una supuesta paliza recibida por un niño de 7 años en el patio de este colegio por tres compañeros de 8, 9 y 10 años, que ya han sido identificados por la Policía.
Los padres del menor, que denunciaron el caso en la Policía, llevaron a su hijo a urgencias del hospital Virgen del Rocío de Sevilla tras comprobar los traumatismos que tenía en la cabeza, el abdomen y la boca.