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Algatocín conserva la tradición ancestral de las 'mañanitas'

  El motivo por el que se celebran cinco eucaristías es porque se hacen cuatro en honor a los mayordomos.

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  • MAÑANITAS -

     El municipio de Algatocín, situado en pleno Valle del Genal, ha despertado hoy y lo hará  durante cinco días consecutivos al son de villancicos, y es que esta localidad conserva la antigua tradición de celebrar las popularmente conocidas como “Mañanitas” o misas de aguinaldo, que se desarrollan con júbilo siempre antes de la llegada de la Navidad. Esta tradición se mantiene desde tiempo inmemorial, hasta el punto de que hay vecinos que aseguran que para encontrar sus orígenes es necesario remontarse varios centenares de años atrás.

     Según ha explicado el algatocileño Francisco Martín, “si nos preguntamos por el por qué de esta tradición tan peculiar, nuestros mayores nos cuentan que estas misas conmemoran la búsqueda de posada de José y María en los días previos al nacimiento de Jesús, es por ello que se celebran antes del 25 de diciembre. Los mayordomos y mayordomas tienen un papel fundamental en esta tradición ya que, en las jornadas anteriores a “Las Mañanitas”, son los encargados de decorar la iglesia con pinos, corchos, flores, ramas e imágenes para representar la escenografía de la búsqueda de posada de José y María”.

     Por otro lado, Francisco Javier Izquierdo, mayordomo 2017-2018 de Algatocín, ha indicado que “Las Mañanitas” son muy esperadas a lo largo del año por vecinos de todas las edades ya que, pese a levantarse muy temprano, todos viven con alegría esta singular tradición. Todo empieza alrededor de las 5:30 de la madrugada, hora a partir de la cual los vecinos comienzan a salir de sus casas para dirigirse hacia la Iglesia de la Virgen del Rosario mientras entonan villancicos lo que, unido al repicar de campanas del que se suelen encargar los mayordomos, comienza a despertar a los más rezagados. Sobre las 06:30 se desarrolla la misa y, una vez finalizada, todos los asistentes se reúnen para disfrutar de un desayuno ofrecido por los mayordomos en el que no faltan los dulces típicos. Tanto en el camino hacia la iglesia como en el transcurso de la ceremonia religiosa, así como también en el posterior desayuno, se respira un magnífico ambiente animado por todos los presentes, que cantan villancicos, bailan y tocan diferentes instrumentos, en muchos casos artesanales.

     Por su parte, Carmen López, vecina del municipio, ha recordado que antaño, antes de salir al campo para acometer sus quehaceres diarios, los algatocileños acudían a la misa de aguinaldo con la intención de donar alimentos que después eran repartidos entre las personas más necesitadas del pueblo. Con este gesto altruista se intentaba paliar, en la medida de lo posible, las carencias de estos vecinos durante la Navidad. Además, tal y como ha corroborado Francisco Martín, antiguamente las misas se celebraban aún más temprano e incluso durante algún tiempo hubo un vecino que se encargaba de despertar al resto con la música de su trompeta.

     El motivo por el que se celebran cinco eucaristías es porque se hacen cuatro en honor a los mayordomos (solteras, solteros, casadas y casados) y una en honor al párroco. Por último, es necesario poner de manifiesto la importancia de la figura de los mayordomos en el aspecto cultural y festivo de Algatocín. Estas personas, que son designadas cada año por sus predecesores, se encargan de contribuir activamente en la recaudación de fondos que luego son destinados tanto a la parroquia como a la Feria y Fiestas Patronales en honor a San Francisco de Asís y Nuestra Señora del Rosario. Para ello organizan diferentes actividades, habilitan barras en los eventos más destacados a lo largo del año, realizan rifas y, en definitiva, prestan su trabajo para recaudar lo máximo posible con la ayuda de todos los algatocileños.

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