Morante volverá a una puerta de cuadrillas con el jerezano Juan José Padilla en su posible adiós a sus paisanos este sábado
El torero José Antonio 'Morante de la Puebla' emulará este sábado a Fray Luis de León y entonará su particular 'decíamos ayer' en su vuelta a los ruedos en Jerezde la Frontera, donde se vestirá de luces nueve meses después de que la pasada temporada decidiera parar y darle un nuevo rumbo a su carrera.
Morante volverá a una puerta de cuadrillas con el jerezano Juan José Padilla en su posible adiós a sus paisanos y José María Manzanares, con toros de Juan Pedro Domecq, y lo hará después de que el año pasado, de forma inesperada como casi todo lo que brota de la mente del cigarrero, anunciara que se iba de los toros.
Fue el 13 de agosto de 2017 en El Puerto de Santa María después de un mano a mano con Julián López 'El Juli' en el que el sonoro triunfo del madrileño contrastó con el indisimulado fracaso del torero de La Puebla, lo que pudo desencadenar su decisión porque "a veces es necesario parar para dar un toque de atención y retomar el camino con ilusiones renovadas".
"El toro tan grande que sale hoy va en contra del toreo de arte, ya no puedo más", argumentó entonces Morante por el "aburrimiento" ante presidentes y veterinarios, aunque todo apuntaba a que el diestro no estaba contento con sus apoderados desde 2012, un grupo hispano mexicano comandado por el empresario Alberto Bailleres.
Sin solución de continuidad, se supo que el imprevisible torero de la Puebla se había acercado al veterano taurino Manolo Lozano, responsable en su momento de la resurrección taurina de Roberto Domínguez y apoderado de El Juli en sus primeros años como matador, relación que ya apuntaba a una reaparición confirmada en octubre.
A principios del pasado diciembre, el torero cigarrero firmó dos corridas para la Feria de San Miguel de Sevilla, el 29 y 30 de septiembre de 2018, una nueva paradoja porque las primeras eran las dos últimas de una temporada que no pasará de 25 ó 30 contratos en los que no se dejará televisar, además de escoger cuidadosamente plazas, ganado y compañeros de terna.
Morante de la Puebla acumula un largo historial de idas y vueltas en las dos décadas que ya suma como matador de toros, ya que en 2004 abandonó temporalmente la profesión por unos problemas psiquiátricos que le obligaron a viajar a Miami para recibir tratamiento.
Volvió a vestirse de luces la temporada siguiente, aunque toreó muy poco en 2006 y, en un nuevo giro inesperado, la gran sorpresa llegó en 2007 de la mano del apoderamiento del genial y también imprevisible matador jerezano Rafael de Paula: el empeño duró muy poco.
Morante de la Puebla volvió a sumergirse en un nuevo eclipse después de su encerrona madrileña en la Beneficencia de aquel año pero el alejamiento de la arena tampoco fue demasiado duradero, puesto que en 2008 estrenó temporada y apoderado, el constructor José Sánchez Benito, suegro del matador Antonio Barrera.
Esa nueva relación profesional supuso una relativa normalidad a la vez que comenzaban a fraguarse la inconfundible puesta en escena del personaje público, con cumbres como la mejor faena de la Feria de Abril de 2016 y sombras como sus ausencias del ciclo abrileño de 2014 y 2015.
Morante también está anunciado este mismo domingo en la plaza de Valladolid y, después, en Brihuega, Córdoba, Toledo, Granada, Plasencia, Alicante, Algeciras, Lisboa, Arévalo y Antequera, como hitos de una temporada que terminará el 29 y 30 de septiembre en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla.