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“Es muy díficil encontrar trabajo tras pasar por un cáncer de mama"

La Asociación de Mujeres Mastectomizadas de Jerez piden medidas que garanticen la inserción laboral de las mujeres que hayan superado el cáncer de mama

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  • La Asociación de Mujeres Mastectomizadas de Jerez -

‘‘Cada vez que me miraba al espejo, me recordaba que seguía enferma, que tenía cáncer”, así de tajantes son las palabras de Ana Vega, una de las socias de AMMA (Asociación Mujeres Mastectomizadas de Jerez).

Todas las mujeres que participan de forma activa en AMMA tienen dos cosas en común; se han enfrentado cara a cara con una de las llamadas “epidemias del s.XXI”, como es el cáncer de mama, -el cuarto tumor más diagnosticado en España; el primero entre las mujeres- así como también  todas ellas han sabido solventar con valentía uno de los obstáculos más difíciles que les ha presentado  la vida. Aunque éste no ha sido el único calvario por el que han tenido que pasar las más de cuarenta mujeres que figuran en las listas de socias de esta entidad jerezana, sino que también  han tenido que alzar más de una vez la voz ante el Parlamento Andaluz  y  mediar con las trabas burocráticas hasta conseguir que la reconstrucción mamaria fuese recogida en un decreto que garantizase esta  intervención en un plazo no superior a 180 días tras la cirugía de  mastectomía por la que tuvieron que pasar las afectadas.

Esta es la historia personal de María José López, fundadora y presidenta de AMMA. “El mismo día que me realizaron la mastectomía le pregunté al cirujano que cuándo podría iniciar el proceso de reconstrucción mamaria, y me dejó claro que las listas de espera en Andalucía eran interminables, y que solo en Jerez  ascendía a unas  300 mujeres. En ese instante supe que tenía que volcar mi coraje y mis fuerzas en conseguir agilizar todo el proceso y ayudar a todas aquellas mujeres que estuvieran pasando por una situación similar. Cuando llegué a mi casa lo primero que hice fue encender mi ordenador y escribir en Facebook, de ahí surgió la plataforma AMMA, que años más tarde se llegaría a convertir en asociación, tal y como hoy se conoce. La batalla contra la Junta para alcanzar la firma del decreto  la comenzamos unas cinco mujeres, a las que se fueron sumando otras tantas de varios puntos de Andalucía. Al final lo conseguimos, aunque eso también supuso perder en el camino a muchas de nuestras compañeras que no llegaron a superar esta enfermedad.”.

La presidenta de AMMA afirma que ella no quería entender en ese momento de colores políticos, “me daba igual el que estuviera gobernando, para ellos, los políticos, sólo éramos un gasto más, puesto que una reconstrucción mamaria asciende a más de 20.000 euros”.

Aunque atrás quedaron los días más negros para estas espartanas, la labor social y de sensibilización que hacen en la asociación debe continuar. “Nosotras nos seguimos reuniendo, hacemos talleres terapéuticos, atención psicológica e incluso drenajes linfáticos gracias a una subvención de la Caixa. Ayudamos en todo el proceso de reconstrucción y guiamos tanto  a las mujeres que padecen el cáncer de mama como a los familiares de estas. Ahora nos queremos centrar en ayudar a las mujeres que tienen cáncer de mama y están en riesgo de exclusión social, así como también mediar un convenio que garantice la inserción en el mercado laboral de todas las que hemos superado un tumor mamario”.

Un nuevo comienzo

La mastectomía, desgraciadamente, no es el fin. Las mujeres que han sido sometidas a la estirpación total o parcial de una o de ambas mamas luchan también con los estragos psicológicos que deja esta intervención. Para algunas socias de AMMA el momento más duro fue cuando les diagnosticaron el tumor: “Lo primero que pensé fue en mis hijos; qué iba a ser de ellos sin mí”, afirma Luisa Nieto. Una opinión que también comparte Mónica Perdigones. Para otras, en cambio,  lo peor de esta situación llegó tras la mastectomía, un momento nada agradable  al que sin embargo tuvieron que ir acostumbrándose poco a poco hasta conseguir la reconstrucción mamaria. “La mayor parte del proceso me mostré con coraje y fuerza, tenía momentos puntuales de caída, de pensar que no lo iba a poder superar, pero una vez que pude volver a sentir mi pecho... ese día no encontré palabras, me sentía plena”, comenta una de las socias. Todas ellas coinciden en una misma opinión: “el cáncer les ha hecho más fuertes”, y de esa forma imparable, ahora luchan con la discriminación que sufren a diario a la hora de encontrar empleo. “Estamos curadas, estamos sanas, sin embargo, cuando acudimos a una entrevista de trabajo a menudo nos enfrentamos con empresas que no quieren contratarnos por miedo, miedo a que se nos vuelva a reproducir y con ello tengan que pagar bajas”, afirma la presidenta, María José López.

Desde Amma, hacen un llamamiento a todas las instituciones, así como a las empresas privadas, para que las  tengan en cuenta a la hora de postular a un trabajo. Exponen que a pesar de contar con el apoyo de otras mujeres que no son ni de España, aquí no se sienten tan amparadas.

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