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Propietarios 'obligados' a bajar precios y aplazar pagos

El mercado inmobiliario también teletrabaja concertando visitas e incluso reservando pisos en pleno parón y ya detecta cambios en la demanda

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  • El mercado inmobiliario ya se adapta a la nueva demanda. -
  • Los dueños de viviendas turísticas ya han contactado para dar salida a sus inmuebles con el alquiler tradicional
  • También notan cambios en la tipología de las viviendas solicitadas: las prefieren con terrazas, áticos y bajo con jardín

La incertidumbre y la desinformación general se han apoderado también del mercado inmobiliario jerezano desde que se decretase el estado de alarma por la pandemia del coronavirus hace ya más de un mes. Una realidad contra la que a diario luchan telemáticamente y por teléfono los agentes inmobiliarios que siguen en contacto permanente con propietarios y demandantes de viviendas. No están parados, pues aunque no puedan ir a visitarlas “tenemos las herramientas digitales para poder ayudarles y está funcionando muy bien”, señala Francisco Escot, gerente de MisterCasa, para referirse a propietarios interesados en poner su vivienda a la venta. Lo mismo ocurre con otros vendedores que han contactado con ellos para hacer una bajada o aplicar un descuento en su inmueble para ajustarse al mercado y a los que hace unos meses ya les aconsejaron bajar, y con futuros compradores, particulares e inversores que han llamado para preguntar por la vivienda que vieron en su momento, dispuestos a adquirirla si el precio es aceptable para poder invertir.

 

¿Qué ocurre con los alquileres si los inquilinos si están en una situación complicada de pagos? Tal como explica Escot, “no hay regulación legal” más que la que ha aprobado recientemente el Gobierno, pero al ser “poco concreta” en la práctica deja en manos de los propietarios e inquilinos la negociación de cada caso.

 

Hay que tener en cuenta que en la zona de Jerez  el 95% de los alquileres son de pequeños propietarios que tienen una o dos viviendas en alquiler. Aunque todo va a depender de la casuística de cada uno, le consta que cuando hay complicaciones para hacer frente a los pagos la mayoría está por la “negociación” al ser conscientes de la situación. “Nos realizan muchas consultas al respecto”, apunta Escot, que habla de fórmulas como aplazar pagos y aplicar una rebaja de entre el 30 al 60% de la renta. Si no hay acuerdo, existe una posibilidad de préstamos para los inquilinos, aunque admite que en su oficina no les ha llegado ningún caso de este tipo. El mercado del alquiler en Jerez lleva tiempo afectado por la falta de ofertas. ¿Cambiará esta situación tras la pandemia? Escot entiende que el de viviendas de primera residencia  sumará algunas más y contribuirá a subir la oferta y cubrir la demanda, tanto por inmuebles de inquilinos que se habían emancipado y han vuelto a casa de sus padres por no poderlas pagar, como de otros que estaban utilizados como viviendas turísticas y a las que se les busca ya otra salida ante las complicadas perspectivas para alquilarlas a corto y medio plazo. Y aquí viene otra de las cuestiones. ¿Cómo se presenta el futuro para estas últimas? Si bien Jerez no tiene un volumen tan grande como Sevilla y Málaga, por ejemplo, y la mayoría están en manos de pequeños propietarios, ya más de uno de ellos ha contactado con la agencia inmobiliaria de Escot para darles salida a través del alquiler convencional. “Incluso algún edificio del centro con varias viviendas también lo van a dedicar a vivienda habitual”, añade.  

 

¿Cómo está la situación en  los locales comerciales? Según Escot, “es otro mundo” y todo va a depender de cómo ha afectado la situación al negocio: si ha tenido que cerrar, tiene actividad normal o esta se ha visto resentida. “Nos estamos encontrando con negocios que están funcionando e incluso piden condonación de rentas, con propietarios que se las están aplazando a sus inquilinos, mientras otros están realizando quitas parciales, normalmente el 50% e incluso propietarios que están condonando totalmente la renta hasta que se levante el estado de alarma”, detalla.

 

¿Se siguen comprando viviendas? Sí, aunque como matiza este experto, hay que distinguir entre distintas situaciones: las ventas que están con contrato de arras y pendiente de firmas y las que estaban en perspectivas de compra inmediata, así como las intenciones de compra. De hecho, a día de hoy se están realizando escrituras con todo tipo de precauciones, principalmente las que llevan hipotecas. La mayoría estaban previstas  y en algunos casos los plazos se han alargado. En este sentido, se están ampliando plazos según cada caso, dependiendo, por ejemplo, de si estaban o no tasadas. Los bancos continúan además estudiando e incluso aprobando hipotecas, aunque todo más lento y por vía telemática. De hecho incluso se han realizado reservas para después del estado de alarma de viviendas que ya se han visitado firmando el contrato de arras telemáticamente e incluso se han reservado casas sin visitar con un contrato especial y a expensas de una futura visita.

 

¿Notan ya algunos cambios en la demanda? Escot destaca dos cuestiones llamativas.  En este último mes ya están viendo un cambio en las preferencias de las tipologías de viviendas, pues la que concentra más consultas y solicitudes son las que tienen terrazas, áticos, bajos con jardín, con vistas o con espacios libres. También piden inmuebles con más  dormitorios, cuatro o más, y con despachos. Y es que el confinamiento está evidenciando las posibilidades de estos inmuebles cuando no se puede salir a la calle. Curioso también es que estén recibiendo solicitudes de inmuebles que el sector tenía catalogadas como segundas residencias, tanto en Jerez como en zona de playas, por parte de demandantes que les concretan que su uso sería para primera residencia pues se plantean el cambio de grandes ciudades a Jerez y playas porque están viendo que pueden seguir teletrabajando. “Eso hasta ahora no había pasado”, recalca.

"Escrituré con el notario en una esquina y yo en otra"

Alba nunca había imaginado que se convertiría en propietaria en plena pandemia, sin poder ir a firmar la escrituras acompañada de su novio y sin poder siquiera enseñarle el piso a su familia. “Escrituré el 31 de marzo con el notario en una esquina y yo en otra. Tuve que ir sola y nadie de la familia lo ha visto”.

 

 

 

 

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