Darío Guti se presentaba este lunes como nuevo jugador del Xerez DFC en las instalaciones de Milar. Un futbolista que ha gustado a la afición, sobre todo a raíz de sus dos goles el pasado sábado en Chapín frente al San Fernando.
El futbolista comentaba en la rueda de prensa que “he llegado el último, pero estoy muy contento y agradecido a los compañeros por el trato que me han dado. Vengo a trabajar y a seguir como estamos en la pretemporada”.
El almeriense hizo doblete el sábado, “qué más se puede pedir”, decía, “cuando se llega a un equipo nuevo que empezar con buen pie, agradar a la afición. Para mí, a nivel de confianza, es un plus increíble después de un año tan complicado con el Covid. Te dan la oportunidad de estar aquí, llegas y en el segundo partido consigues una remontada con dos goles es llegar y besar el santo”.
Ha sido una de las últimas incorporaciones de los de Pérez Herrera y se ha encontrado “un grupo muy sano, muy alegre. Cuando venía para acá recién firmado hablaba con Javilillo, que coincidimos en El Ejido y me comentó que el vestuario es increíble y que el míster es super bueno, muy serio y la verdad que muy contento. Si un vestuario es sano y hay buen rollo es super fácil adaptarse”.
“Un vestuario es una familia y uno se tiene que sacrificar por el otro porque el equipo necesita de todos. Si mantienes los pilares de un equipo, que yo he coincidido con varios compañeros en el Sanluqueño, y llego a un equipo con compañeros que ya conozco y es todo mucho más fácil”, destacaba el ariete.
Para el delantero “siempre hay que trabajar y estar preparado. Sobre todo, físicamente a tope e intentar evitar lesiones, que serán malas tanto para mí como para el equipo. Ayudar al equipo con goles, asistencias, peleas, penaltis o con lo que sea. Hay que competir, luchar y sacar lo máximo para que el equipo salga beneficiado”.
Y en cuanto a los compañeros que le van a disputar el puesto decía que “Máyor me ha acogido muy bien, hablo mucho con él y Rueda que, aunque no esté en su sitio jugando, me llevo también muy bien. La competitividad es muy buena y el míster verá en cada momento qué es necesario”.
Por lo pronto, el equipo irá partido a partido y pensando en el Córdoba: “No se puede pensar en otra cosa. Lo fundamental es empezar bien, puntuar en casa y encarar ese partido como una final. Eso va a dar moral para seguir construyendo unos buenos pilares”.