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La tribuna de Viva Sevilla

El modelo de ciudad digital

Antonio Conde Quintero, director de IoT y Transformación Digital en Cisco España, expone el proyecto digital que se aplicará esta Semana Santa en Sevilla.

Las ciudades están sufriendo cambios sin precedentes. Cada año, 70 millones de personas se trasladan a las ciudades, de forma que en 2030 el 60% de la población mundial será urbana (ONU). En España, la mitad de la población ya lo es (Eurostat). Esta superpoblación requiere acciones en múltiples ámbitos: sostenibilidad medioambiental, seguridad pública o servicios ciudadanos. Las tecnologías de ciudad inteligente permiten transformar la información en acciones que mejoran los servicios públicos y la calidad de vida de los ciudadanos.

Un ejemplo es Sevilla. El Ayuntamiento -en colaboración con Bosch, Telefónica, Ferrovial y Cisco- acaba de presentar una iniciativa pionera que se ensayará durante la Semana Santa. Se trata de una herramienta de control de afluencia de personas y de un sistema de iluminación graduable. Este proyecto de Internet of Things (8 cámaras de Ultra Alta definición, 18 cámaras de video-vigilancia, 101 cámaras de tráfico y 183 luminarias LED en once zonas de actuación prioritaria) será controlado mediante una plataforma digital y un avanzado sistema de telecomunicaciones que incluso permitirá el seguimiento constante de las diferentes hermandades mediante GPS.

Según los cálculos de Cisco, una ciudad con 1 millón de habitantes generará 180 millones de Gigabytes de datos diariamente en 2020, y un 40% de los datos procederán de sensores y objetos inteligentes. La digitalización de las ciudades implica conectar personas, procesos, datos y objetos de forma innovadora. Y aplicar analítica de Big Data (especialmente en el extremo de la red) para procesar los datos en tiempo real y tomar decisiones informadas con mayor rapidez.

En el proyecto de Sevilla, las imágenes y datos recopilados se consolidarán en las pantallas del centro de control donde, sobre un plano de la ciudad y un cuadro de mandos visual, podrá ser consultada por los servicios municipales en tiempo real. Esto permitirá reforzar la seguridad del público asistente y de las hermandades. La temperatura del color y la intensidad de las luminarias pueden ser controlados desde este centro de control lo que permitirá que durante el paso de las procesiones la iluminación se asemeje a la de Sevilla en el siglo XVIII, anaranjada y tenue, mientras que pasará a blanco intenso en el resto de ocasiones. En caso de emergencia, toda la iluminación puede pasar a blanco de máxima intensidad simplemente apretando un botón.

Los datos permitirán también controlar el aforamiento de las distintas ubicaciones, incluso realizar un conteo preciso de afluencia total. Además de vídeo-vigilancia e iluminación, las soluciones de ciudad digital pueden aplicarse a múltiples ámbitos: telemedicina, teletrabajo, parking, transporte, smart grids (optimización redes de suministro), gestión del agua y de los residuos… Pero normalmente hay una falta de integración. Las aplicaciones, sensores y dispositivos conectados se encuentran en silos, gestionados por distintos proveedores, departamentos y agencias urbanas. Se requiere así una plataforma de software abierta y segura que mejore la eficiencia operativa integrando múltiples soluciones de smart city y todos los datos procedentes de dispositivos y sensores, combinándolos en una arquitectura cuya clave es una red inteligente.

Este es precisamente el enfoque de Sevilla, que podría conectarse con más dispositivos IoT (como semáforos o contenedores de residuos con sensores) para integrar nuevos servicios y aplicaciones como recogida de residuos inteligente o la gestión del tráfico. El último elemento fundamental para la digitalización de las ciudades es la colaboración público-privada y abierta. Los mejores resultados se obtienen con la participación de ciudades, organizaciones, universidades y un amplio ecosistema de partners, start-ups y desarrolladores. Este es precisamente el modelo que Cisco aplica en las más de 100 ciudades de todo el mundo -incluyendo Sevilla, Barcelona o Granada- que apuestan por nuestras soluciones, y en nuestros Centros de Innovación de smart cities como el de Barcelona.

Además, las ciudades digitales deben ofrecer los mecanismos para una mayor participación ciudadana (open data y open government), ya que el objetivo principal de las iniciativas es mejorar la vida de los ciudadanos. España ha realizado importantes avances en smart city, y 79 ciudades del país ya pertenecen a la Red Española de Ciudades inteligentes (RECI). Es el momento de extender la tecnología digital a un mayor número de territorios españoles para situarnos como referte europeo.

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