“He ido a la playa, a la piscina y a un hotel, me lo he pasado bien”, este ha sido el verano de Juanillo, uno de los
más de 146.000 estudiantes de Infantil, Primaria y Educación Especial que comenzaron este pasado lunes el colegio en Málaga.
Después de unas merecidas vacaciones,
casi 750.000 menores ha regresado a las aulas en Andalucía. Había ganas de volver, aseguraba Alexis, otro de los menores que también comienza el curso 2022-2023 en el CEIP Domingo Lozano. Su cara de alegría lo decía todo, estaba deseando que empezara el curso porque “
me gusta como estudio y ver a mis amigos”, decía. Su madre, Dayana, ha contado a Viva Málaga que el pequeño “
ha venido todo el camino animado, saltando, haciendo el ganso, con ganas de llegar ya”. Madre e hijo han sido de los primeros en llegar al colegio.
Las ganas se palpaban entre los alumnos y alumnas que se iban concentrando poco a poco ante los centros educativos, mientras esperaban a que las puertas se abriesen de nuevo. Se han visto
muchas caras de alegría por volver a ver a los compañeros, en un curso en el que
ya no habrá mascarillas ni medidas covid. “Tenemos muchas ganas de volver a la normalidad”, explicaba Sylvia Frey, directora del centro, quien celebra el fin de las mascarillas, porque los cubrebocas han
“retrasado” el desarrollo lingüístico de “los niños más pequeños”.
Pero este no es el único cambio. La
LOMLOE, la nueva Ley Educación, se consolida este curso y supondrá un
nuevo esfuerzo de adaptación para profesores y alumnos, será “un
año de transición y un año complicado”. “Es difícil porque
hace falta mucha formación, cambios y recursos de personal”, reconoció Frey, pero “con tantos cambios normativos estamos más que acostumbrados y poquito a poco los profesores se formarán e
intentaremos que la transición sea lo más suave posible para que no afecte a los niños”.
El otro gran hándicap es la
inflación, que ha sufrido una subida generalizada del 10,8 por ciento con respecto a julio del año pasado, según datos del INE. Un informe de ¡Ahorro calcula que las familias tendrán que asumir
un gasto medio de unos 400 euros por hijo, un 4,7 por ciento más que en el 2021,
casi 20 euros más por alumno. “Lo he notado bastante en los materiales en comparación con el año pasado”, confesó Dayana mientras lanzaba un suspiro. El truco, indicó Miriam, es
reutilizar y reciclar: “He podido ahorrar mucho del año pasado, todavía no ha sido mucho, ya veremos cuando empiecen a pedir materiales”.
Este curso
habrá 15.500 alumnos menos, por la bajada de la natalidad, lo que hace que también bajen las ratios.