Los médicos y médicas malagueños han dado un nuevo tirón de orejas al Servicio Andaluz de Salud. En lo que
va de año se han producido once agresiones solo a facultativos, una nueva realidad que se está convirtiendo en el día a día de los centros de salud y hospitales. “Llevamos años reclamando la mejora de las medidas de seguridad” en los centros sanitarios de la provincia, ha denunciado el presidente del Sindicato Médicos de Málaga, Antonio Martín, unas medidas que “no llegan y que
están congeladas desde hace años”. El líder sindical denuncia que el argumento “siempre es el mismo, no hay presupuesto”, por lo que ha reivindicado que “es hora de que se invierta en la seguridad de los trabajadores del SAS”.
La mitad de los médicos de Atención Primaria tienen miedo. Según una encuesta del SMM realizada en diciembre de 2022, el
58 por ciento de los facultativos encuestados se sienten inseguros en su trabajo y solo el 8 por ciento dice sentirse seguro. En Málaga la cosa va “muy mal” con unas agresiones que aumentan de forma “exponencial”. Las once agresiones “demuestran” que
el plan de prevención de la Junta de Andalucía es un “absoluto fracaso”. En 2021 hubo 187 agresiones, mientras que en
2022 se produjo una subida del 43 por ciento, 268 agresiones.
Desde el Sindicato Médico reclaman la implantación de la
figura del vigilante de seguridad en todos los centros asistenciales, “al igual que en cualquier oficina de la Administración pública”, y piden empezar por los
centros con puntos de urgencias 24 horas, centros con mayor incidencia de agresiones, y centros que atienden zonas con necesidad de transformación social. Además, exigen
aumentar el sistema de cámaras de videovigilancia, extendiéndolo a todos los centros sanitarios y con ubicación también en salas de espera, no sólo vigilando la entrada del centro de salud.