El
Málaga llegaba a la trigesimosexta jornada de Segunda División, una vez más, con obligación, única e inexcusable, de llevarse los tres puntos. Enfrente, tuvo a un
FC Cartagena que aterrizó en
La Rosaleda habiendo perdido la sexta plaza, por lo que tampoco podía titubear a la hora de ir a por el choque.
Con esta premisa, y un
ambiente digno de un partido de Champions League -más de 25.000 espectadores se dieron cita en Martiricos, mosaico includo- arrancó un duelo en el que los dos equipos salieron con las ideas meridianamente claras. Sergio Pellicer
repitió alineación tras la victoria en La Cerámica.
Los blanquiazules salieron con las ideas clara, asumiendo la posesión del balón, merced a esos tres jugones que tienen por nombre
Fran Villalba, Aleix Febas y Ramón Enríquez. Sin demasiadas llegadas al área, pero con un planteamiento digno de
un equipo que ya sabe a lo que juega.
De este modo se llegó al minuto 21. Cristian puso un gran balón desde la izquierda tras recibir un desplazamiento en largo. Tras unos instantes de incertidumbre dentro del área, el balón le llegó a
Pablo Chavarría que, a puerta vacía, sólo
tuvo que empujar el balón hasta el fondo de las mallas.
El "
sí se puede" comenzó a resonar con más fuerza que nunca en el templo costasoleño. A partir de este momento,
los blanquinegros se estiraron con la intención de crear algo de peligro sobre la meta de Rubén Yáñez. De Blasis daba criterio al juego de su equipo a partir de tres cuartos de campo.
Rubén Castro tuvo el segundo con un zurdazo fuera del área que obligó a Aarón Escandell a hacer una
parada de
mérito. Por contra, el 'Efesé', contó con dos ocasiones donde sus jugadores remataron casi a puerta vacía. La primera fue un centro chut desde la izquierda que no encontró rematador y el
segundo un cabezazo tras un balón colgado desde la derecha.
La primera mitad terminó con polémica.
Esteban Burgos cogió con la mano un balón en largo que dejaba a un jugador visitante solo ante la portería de
Yáñez. El colegiado mostró tarjeta amarilla, ante la estupefacción cartagenera. En otros partidos habría sido roja.
Por fin la moneda salió cara.
Pellicer, con buen criterio, metió a
Ramalho tras la reanudación por el central argentino. Los primeros 20' de la segunda mitad fueron para el Cartagena. Sin llegar con peligro, pero haciendo retroceder al Málaga metros de forma gradual.
La entrada de
Luis Muñoz dio aire a un equipo al que las piernas comenzaban a pesarle. Pero no era día para titubeos. Con
seriedad y
seguridad, fueron pasando los minutos sin que a los pupilos del técnico castellonense les temblaran las piernas.
Manolo Reina vio la
tarjeta roja por una acción extraña. La mayor de las polémicas llegó en el tiempo añadido. Una clara mano de Escassi -que, más allá de este lunar, estuvo imperial- fue dictaminada como
penalti por el colegiado. Por suerte, el linier había señalado previamente fuera de juego, por lo que todo el temor y la incertidumbre se quedaron ahí.
El Málaga escala una posición y
se queda a cinco puntos del Racing. La semana que viene habrá otra oportunidad de oro para acercarse un poco más al milagro, ante un
CD Lugo que está ya prácticamente desahuciado.