Arrancan las escuelas de verano de la Junta de Andalucía. Este año
se han puesto en marcha “más” plazas “que nunca” llegando a los
1.414 menores, una subida de casi
un 30 por ciento con respecto al año anterior.
Es una
cifra “histórica” que permite la
apertura de 25 escuelas en toda la provincia de Málaga. Se han abierto cuatro nuevas, como la del CEIP Los Prados, donde la delegada territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Ruth Sarabia, ha inaugurado oficialmente estos campamentos.
Durante julio y agosto, los menores de entre tres y quince años de “
16 zonas de exclusión” tendrán “
garantizada una oferta educativa y de ocio y tres comidas (desayuno, almuerzo y merienda) a lo largo de estos dos meses”.
El programa se realiza en los municipios de Málaga, Álora, Benaoján, Pizarra, Torremolinos, Cártama, Vélez-Málaga, Marbella, Ronda, Arriate, Antequera y Fuengirola. Se trata de “
escuelas inclusivas en las que los niños y niñas con distintas necesidades tienen totalmente
garantizada su inserción”, ha especificado Sarabia.
Los menores entran sobre las siete y media u ocho de la mañana, “según la necesidad de cada familia”, ha explicado el presidente de Animación Malacitana, Simón Fernández: “
Tenemos un aula matinal, a las diez se desayuna y cada grupo va rotando para hacer varios talleres”.
Además, gracias a estas escuelas de verano son
cien los profesionales a los que se les da un “empleo digno” durante la época estival.
Las 25 escuelas se desarrollan en el marco de la convocatoria de subvenciones a entidades privadas para programas de Solidaridad y Garantía Alimentaria y
están gestionadas por 10 asociaciones con amplia experiencia: Nueva Alternativa de Intervención y Mediación, Asociación Animación Malacitana, Incide, Asociación de Promoción e Investigación Giatana de la Axarquía, Asociación Trans, Asociación Marbellí Sociocultural A Sueti Calli, Asociación Montaña y Desarrollo Serranía de Ronda, Asociación Casas de Asís y Asociación ONG Rescate Internacional.
La delegación destina 850.000 euros.
Las escuelas de verano son, además, un recurso que
permite la conciliación familiar y laboral para los padres que tengan un empleo pero también supone una ayuda para aquellos que están en búsqueda de trabajo o formándose para intentar conseguirlo.