ATME asegura que este colectivo ha visto cómo han perdido una revalorización de 593 euros al mes desde el año 2006 por falta de adecuación al SMI
La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) ha reclamado a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que adopte medidas para igualar las retribuciones que perciben decenas de militares en situación de reserva, con las subidas que se han registrado en los últimos años del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), una evolución retributiva que en el área civil ha pasado de los 540 euros en el año 2006 a los 1.134 euros de este año.
Para ATME, estos incrementos no se han visto reflejados en las nóminas que perciben también los militares temporales que pasan a ser Reservistas de Especial Disponibilidad (RED), procedentes de la escala de Tropa y Marinería.
Esta figura profesional fue creada en el año 2006 tras registrarse un déficit del personal como consecuencia de las bajas tasas de reclutamiento de soldados y las no renovaciones del compromiso que firmaban los aspirantes al superar los 40 años de edad y salir de las unidades militares.
La ley de Tropa y Marinería estableció que esta asignación de disponibilidad sería de 7.200 euros anuales, distribuida en 12 mensualidades de 600 euros, y que se mantendrá hasta los 65 años de edad. Sin embargo, en los últimos 18 años el Salario Mínimo Interprofesional ha ido creciendo pasando desde 2018 de los 735 euros al mes a los 1.134 actuales de 2024.
Para ATME, esta falta de actualización afecta negativamente a los soldados y marineros de las Fuerzas Armadas de tal modo que les perjudica en las bases de cotización para la jubilación futura de los reservistas. El SMI se ha revalorizado en 593 euros al mes, mientras que la asignación de los miembros de RED solo llega a los 111,80 euros.
LA FALTA DE ACTUALIZACIÓN AFECTA A LAS PENSIONES FUTURAS
ATME, que forma parte del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (Coperfas), donde se sientan asociaciones de militares profesionales con las que el Ministerio de Defensa dialoga regularmente, recuerda además que la edad de jubilación se ha incrementado hasta los 67 años, por lo que las cotizaciones de no actualizarse afectarían al cobro de las pensiones futuras de este personal castrense.
En este caso de los reservistas, dejarían de percibir esta aportación no contributiva desde los 65 años pese a seguir en activo.
"Cuando se deja de ser militar o prestar servicio en las Fuerzas Armadas se pasa a ser prescindible y el olvido se cierne rápidamente sobre el sector público, especialmente si esto va a suponer un desembolso económico", señala este colectivo militar en un comunicado, donde se lamenta "por el trato que dispensan y han dispensado los gobiernos de este país a estos veteranos", una circunstancia que para ATME no sucede con los ejércitos de otros países occidentales.
Esta pérdida retributiva al pasar a la reserva que afecta al personal de Tropa podría, según este colectivo castrense, afectar también dentro de unos años a los suboficiales que obtuvieron el empleo de sargento antes de la entrada en vigor de la ley 17/1999 del Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas.
En este caso, un cabo mayor en la reserva, con más de 40 años de servicio, perdería unos 4.700 euros brutos al año (alrededor de 3.000 euros netos).
La Asociación de Tropa y Marinería se ha comprometido a trasladar esta reivindicación salarial a los grupos políticos del Parlamento español.