Los expertos recomiendan "una adaptación progresiva centrada en buenos hábitos de alimentación, de descanso, de ejercicio físico o controles médicos" cuando llega el momento de volver a la rutina y, con ello, la necesidad de reponerse de posibles excesos.
En este sentido se pronuncia el doctor Miguel Marcos, director médico y jefe de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Málaga, que señala que el inicio de la temporada comienza al igual que comienza el año: con propósitos.
"En Navidad se ganan de media tres kilos y solemos dedicar los primeros meses del año a perder esos kilos de más. En verano dejamos de lado esa presión y nos liberamos de rutinas, pero a la vuelta del verano queremos reconducir rápidamente lo que a principios de año nos costó unos meses. Difícil. Hay que ser un poco pacientes, pero también constantes y disciplinados", señala.
No existen medidas mágicas, pero sí consejos básicos. En cuanto a la alimentación, como avanzaba el médico internista, tras el verano se debe volver a los objetivos que se han planteado a principio de año. Volver a perder esos kilitos de más y volver a los buenos hábitos, "con dietas donde los grupos nutricionales sean completos y equilibrados. Eliminamos el exceso de cerveza, helados, pasteles, fritos o procesados, y reincorporamos la fruta, la verdura, los cereales; todo aquello que necesitamos para una dieta completa".
Cuando el doctor Miguel Marcos habla de "todo aquello que necesitamos para una dieta completa", se refiere también a la opción de requerir incluso suplementos para cubrir ciertas necesidades o en función de hábitos nutricionales, como puede ser el caso de vegetarianos, pacientes oncológicos o según grupos de edad.
Por ejemplo, y "siempre bajo la supervisión de un profesional, a los mayores de 50 años, recomendamos magnesio, complementos vitamínicos del grupo B y D y ácidos grasos Omega 3 para controlar el riesgo cardiovascular".
El sueño es otro aspecto a readaptar al volver al trabajo, al colegio, etcétera, ya que durante el verano nos levantamos y acostamos más tarde. El objetivo es hacerlo de forma progresiva; que cada vez nos acostemos un poquito antes y nos despertemos antes y nos adecuemos así a nuestro horario habitual. "Recordad también que lo ideal es dormir entre siete y ocho horas y cenar poco y unas dos horas antes de irse a dormir", apunta.
El ejercicio físico es una de las cuestiones más penalizadas durante la época estival. Lo solemos reducir o incluso eliminar en ocasiones debido al calor. Por el contrario, hay personas que aprovechan este descanso de vacaciones para iniciarse en alguna práctica deportiva.
En cualquier caso, una vez más, la recomendación es "reincorporarse de forma progresiva, y siempre en función de nuestra capacidad, a la práctica de ejercicio de manera que nos facilite adquirir o recuperar la forma física. Es un hábito saludable fundamental, ya que el deporte nos ayuda no sólo por una cuestión de recuperación funcional, sino también a nivel emocional, social o inmunológico", explica el director médico de Quirónsalud Málaga.
Como actividades, el doctor aconseja alternar ejercicio cardiovascular y de fuerza para personas jóvenes; y caminar y ejercicios de fuerza para mayores.
El doctor Miguel Marcos calcula que "la recuperación funcional del cuerpo se consigue en la mitad del tiempo que hemos estado parados, algo que nos sirve de referencia para ser prudentes y pacientes con una incorporación a la rutina de forma progresiva".
Otros consejos que este equipo médico da en consulta es prestar atención a "cómo nos relacionamos con la naturaleza, cómo socializamos, cómo vamos a intentar recuperar todos los hábitos de vida saludables que hemos tenido antes dejando espacio para relajar nuestra mente y practicar la meditación, practicar nuestros hobbies, tomar conciencia de la respiración, y así todas aquellas actividades que nos ayuden a tener una vida más plena".
Para terminar, un aspecto de especial relevancia a la vuelta es que nos pongamos en manos de nuestros médicos y de profesionales de salud para evaluar cómo estamos. Se deben analizar los factores de riesgo, como puede ser la diabetes, la hipertensión, el colesterol, el tabaquismo, la ganancia de peso... Primero, evaluarlo: con analíticas, con chequeos, etcétera. Y después, "estipular las medidas adecuadas para llevar nuestro organismo a un plano seguro y donde el riesgo sea mínimo en cuanto a la posibilidad de tener una enfermedad cardiovascular en un período relativamente cercano".
El doctor Miguel Marcos, también responsable de los servicios médicos de Unicaja Baloncesto en Quirónsalud, reconoce que a todos nos viene bien un chequeo médico al iniciar la temporada, adaptado a las necesidades de cada uno. Obviamente, el examen no es el mismo que se le debe hacer a un deportista de élite, pero al fin y al cabo todos nos sometemos a un período de adaptación postvacacional y, por tanto, debemos analizar cómo estamos.
Así, "para la población general, los expertos recomiendan un chequeo que nos dé una imagen global de cómo nos encontramos en estos momentos, incluso poder prevenir y detectar problemas que pueden estar de forma invisible en nuestro cuerpo". En este caso, se solicitan aquellos estudios necesarios tanto por su edad como por su condición: analítica, examen cardiológico, ginecológico, urológico, oftalmológico, otorrino...