Este programa de Cruz Roja se centra en tres proyectos. En primer lugar, ofrece teleasistencia móvil a víctimas de violencia de género. Así, se les entrega un dispositivo para avisar en caso de necesitar ayuda y, de esta forma, activar de inmediato protocolos de asistencia y seguridad.
Por otro lado, esta institución humanitaria ofrece atención y asesoramiento a mujeres en estado de precariedad --separadas de su pareja o sin empleo, sobre todo--. En tercer lugar, destaca la asistencia social a mujeres trabajadoras del sexo.
La edad media de las participantes en estos programas se encuentra entre los 35 y 49 años. Además, la nacionalidad mayoritaria es española, aunque en la asistencia a prostitutas destaca la comunidad rumana y marroquí.
La responsable provincial del área de Mujeres en dificultad social de Cruz Roja en Málaga, Karen Ruiz, ha destacado a Europa Press que la principal fortaleza de estos programas es el trabajo coordinado.
"La coordinación entre el trabajo externo e interno es muy importante porque tenemos la posibilidad de derivar a una persona de un proyecto a otro dependiendo de sus dificultades personales", ha indicado, añadiendo que, de esta forma, "al cubrir numerosos aspectos, mejora considerablemente la asistencia".
Ruiz, que también dirige el área de Inclusión social a nivel provincial, ha destacado que más de 30.000 personas en Málaga han recibido asistencia por drogadicción o problemas de suministros, temas jurídicos o por no tener hogar.
En torno a 1.400 voluntarios en toda la provincia permiten atender a estas personas. Ruiz ha defendido que éstos son "imprescindibles" porque "sin ellos no podríamos llegar a tantos colectivos". En este sentido, ha detallado que los voluntarios han sumado en 2015 más de 57.000 horas de trabajo en tareas de inclusión social.