La gala de los Premios Goya tuvo en la noche del sábado un claro sabor malagueño. Dos de los candidatos que obtaban por primera vez con sus trabajos a un premio del cine españo, el cantante Pablo Alborán y el actor Miguel Herrán, lograron su premio en la 30 edición de estos galardones.
Pablo Alborán, que aspiraba por vez primera a la estatuilla tras una corta pero exitosa carrera musical, competía en el apartado de Mejor Canción original por la banda de "Palmeras en la Nieve", se hizo con el premio junto con el compositor Lucas Vidal. Alborán, muy emocionado, dedidó el premio a su hermano y en clara alusión a los recortes en la industria cinematográfica envió un deseo: "que no nos corten las alas en la música y en el cine".
Otro de los ganadores de la noche fue el joven actor de 19 años Miguel Herrán, protagonista d ela ópera prima de Daniel Guzmán "A cambio de nada", una de las cintas trinfadoras del último Festival de Cine de Gala. Herrán, que personiza en la cinta los problemas de la adolescencia, subió muy emocionado a recoger su Goya como actor revelación y agradeció a Guzmán que le descubriera el mundo del cine. "Me has dado una vida Daniel. Has conseguido que un chaval sin ilusiones y sin ganas de estudiar descubra un mundo nuevo y voy a estudiar".
Pero quien de verdad llevó Málaga a la gala fue el presentador, el cómico y actor Dani Rovira, con continuas referencias a los chiringuitos de Málaga, su pescaíto, su gazpacho o su clima. Rovira invitó a algunos de los actores presentes, como Juliette Binoche o Tim Robbins, a que bajaran a Málaga. Al ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, a disfrutar de un menú "con almóndigas" en uno de los chiringuitos de la capital.
