El Unicaja encaraba un partido sin margen de error y sumó la séptima derrota consecutiva en Euroliga frente al Panathinaikos en el Carpena.
Elliot Williams abrió el marcador visitante y con una buena conexión tras bloqueo y continuación entre Alberto Díaz y Fran Vázquez el Unicaja replicó (2-2). Desde esos minutos, el parcial del Panathinaikos fue creciendo con comodidad, sin esfuerzo, con un mate de Ognjen Kuzmic, una bandeja de Nick Calathes; y a falta de cinco minutos para finalizar el cuarto, Joan Plaza empezó a mover el banquillo.
Salió del campo Edwin Jackson acompañado de los pitos de los aficiones, no muy contentos con los cajistas que llegaron al final del cuarto con un intercambio de triples (Mindaugas Kuzminskas para el Unicaja) que dejó el marcador en 7-26.
Los jugadores locales empezaron más entonados el segundo cuarto con un triple de Edwin Jackson y dos tiros libres de Kuzminskas, pero era demasiado colchón para el conjunto griego que sumó los primeros puntos de Dimitrios Diamantidis (14-30).
A la anotación cajista se sumaron Carlos Suárez, Demarcus Nelson y, de nuevo, el alero lituano (21 a 34) aunque el Panathinaikos jugaba tranquilo, como en casa. El equipo cajista, desconcentrado y desacertado, logró una buena combinación entre Suárez y Kuzminskas, con 15 puntos, y al descanso, 27 a 42 para los griegos, ante una afición que se hizo oir.
El tercer cuarto arrancó como los minutos iniciales, con un parcial de 0 a 6 para los griegos. En los cajistas, el alero lituano Kuzminskas, que tiró del equipo en anotación, y Alberto Díaz, poniendo la intensidad defensiva, fueron los únicos que levantaron los aplausos de los aficionados.
La diferencia se mantuvo y los griegos se gustaban. Con un mate espectacular, James Gist puso el 38 a 60, además de sacar el tiro libre adicional por falta de Richard Hendrix que no logró hacerse un hueco en el parquet. La recta final del encuentro se encaró con un resultado de 46-64.
El intercambio de puntos fue la tónica de los últimos diez minutos de un partido sin historia, que desnudó la esencia de un conjunto sin ambición, al final, 58-76.