La desembocadura del río Guadalhorce está declarada Espacio Natural Protegido desde 1989. El paraje natural, con más de 67 hectáreas, será objeto de un nuevo proyecto que persigue a lo largo de los próximos tres años restaurar los humedales existentes con el aporte de 650 millones de litros de agua, el equivalente a nada más y nada menos que 260 piscinas olímpicas.
El proyecto permitirá crear una barrera contra la intrusión del agua de mar en los acuíferos, la restauración de las cuatro lagunas e impulsar medidas para la concienciación y educación ambiental, mediante la construcción de una tubería de un kilómetro desde la Planta Depuradora de Aguas Residuales de Málaga, que trasladará el agua usada tratada hasta la zona, para rebajar la salinidad existente en los humedales por su cercanía al mar.
La iniciativa está impulsada por Coca-Cola, gracias al trabajo conjunto del Centro de Hidrogeología de la Universidad de Málaga, la Empresa Municipal de Aguas de Málaga, la Junta de Andalucía, el Instituto Geológico y Minero de España y la organización SEO Birdlife, y permitirá conservar el ecosistema de especies autóctonas y mejorar la biodiversidad ambiental beneficiando a la vegetación, aves y anfibios, ahora prácticamente inexistentes en el enclave.