Málaga para la Gente teme que prospere la petición de los hosteleros de declarar el centro histórico de la capital como zona comercial, dejando de considerarse espacio residencial, lo que daría al traste con las quejas y denuncias sobre ruidos, terrazas o suciedad en este enclave. El pasado 15 de marzo solicitó al Ayuntamiento de la capital los informes y estudios realizados sobre este extremo. El portavoz de la coalición, Eduardo Zorrilla, denuncia que más de 10.000 malagueños se han marchado en los últimos años del corazón de la ciudad, ante la saturación de terrazas o ruidos que soportan. “La política errática del PP parece no tener rumbo fijo, salvo servir al lobby hostelero del centro, convertido en un parque temático por la sobreexplotación de negocios”, criticó.
La formación también solicitó el pasado 27 de febrero información sobre las denuncias de las asociaciones de vecinos y residentes a título particular sobre el exceso de ocupación de la vía pública, poniendo de manifiesto el caso de los bares de las calles Molina Lario, Císter, Duque de la Victoria y Santa María que mantuvieron sus terrazas durante 54 días sin autorización. “Los vecinos del centro son ciudadanos con todos sus derechos, al descanso, a equipamiento público como en otras zonas, a servicios públicos en igualdad con otros distritos”, reivindicó Zorrilla, que recordó las protestas por suciedad o ruidos que llevan años denunciando.
“El del centro de Málaga es un ejemplo de libro de la gentrificación de la ciudad, expulsando a sus vecinos, que tienen que irse porque están en un entorno hostil, donde el equipo de Gobierno no vela por sus derechos”, apuntó. Málaga para la Gente apuesta, en cambio, por un centro donde el uso residencial y el comercial convivan en equilibrio.