Tres puntos de oro sumó el Málaga este domingo en Anoeta tras ganar 0-2 a la Real Sociedad en la decimoquinta jornada de liga. Un triunfo con el que dejó de ser colista.
Fue una victoria de moral y confianza para los jugadores de Míchel González que, por primera vez esta temporada, ganaron fuera de casa y vuelven a dejar su portería a cero, con un Roberto haciendo una gran labor bajo palos. El partido comenzó con la Real muy concentrada y llevando el ritmo, el balón y el peligro a la portería visitante. Oyarzabal tuvo una ocasión en el 6 a centro de Januzaj; su remate de cabeza salió desviado.
Fue Borja Bastón quien rompió la dinámica del partido sacando petróleo del área rival ya que, en el 23, le hicieron penalti. El delantero malagueño aprovechó la oportunidad para poner a su equipo por delante. Entonces comenzó un partido diferente, donde los donostiarras se hundieron y los malagueños empezaron a jugar con criterio sobre el césped.
La segunda parte fue un calco de la primera con la Real intentando reaccionar tímidamente con una gran oportunidad de gol; pero un penalti a favor del Málaga, por mano de los locales, hizo que en el rechace (Bastón falló) le llegara a un activo Chory Castro que anotó el 0-2 definitivo. Los malagueños regresan con más moral y confianza para encarar el próximo derbi andaluz ante el Betis.
El entrenador del Málaga, Míchel González, estaba muy orgulloso de una plantilla de la que valoró “la fe que ha tenido para ganar un partido que, de haberlo perdido, habría puesto las cosas muy difíciles”.
Por su parte, el defensa francés del Málaga CF, Paul Baysse, explicó que “son tres puntos importantes” pero que “esto es solo un paso. “Hay que seguir trabajando juntos, como un equipo, para salir de aquí”.