La Policía Local de Málaga interpuso durante el pasado año un total de 554 denuncias a propietarios por no haber inscrito el perfil de ADN de su perro en el Registro Municipal de Animales de Compañía de Málaga.
Actualmente, se calcula en unos 70.000 el número de perros existentes en la ciudad, de los que el 80 por ciento están identificados con microchip, como establece la ordenanza municipal de 1996. Además, en torno a la mitad de los perros están ya censados por ADN.
La ordenanza municipal de Bienestar, Protección y Tenencia Responsable de Animales fue aprobada en mayo de 2017 aunque estableció una moratoria para esta obligación hasta enero de 2018. Este documento señala que los propietarios de los perros deberán someter a sus mascotas a una extracción de sangre, realizada por un veterinario identificador, con la intención de obtener una muestra de ADN y así determinar el genotipo del animal.
Además, añade que el propietario recibirá una chapa identificativa numerada que el animal deberá portar visiblemente en el collar, siempre que esté en la vía pública, así como un carnet que podrá portar el propietario o tenedor como justificación de la inscripción en el citado censo.
MULTAS POR NO RECOGER LOS EXCREMENTOS
Desde ese momento, la Policía Local viene intensificando la vigilancia relacionada con los perros cuyo perfil genético o ADN no haya sido registrado por sus propietarios en el Registro Municipal, y continúa desarrollando su labor relacionada con dueños o tenedores de animales que les permiten hacer sus necesidades en la vía pública, desentendiéndose posteriormente de la recogida y limpieza.
Así, en 2018 se registraron un total de 224 denuncias interpuestas a dueños o tenedores por no recoger las deyecciones de sus animales. La labor para intentar evitar en la medida de lo posible este tipo de conductas que dañan la imagen de la ciudad y afectan a todos los ciudadanos incluye campañas a nivel preventivo e informativo, así como la vigilancia por parte de los efectivos de la Policía Local de Málaga a este respecto.
En los últimos cinco años (2014-2018) se ha sorprendido a un total de 1.850 propietarios o tenedores de animales que no cumplían con sus obligaciones a este respecto, por los 1.026 que fueron sancionados en los cinco años anteriores (2009-2013), ascendiendo, por tanto, la cantidad total de denuncias a lo largo de los últimos diez años a 2.876.
Al igual que ocurre con la no inscripción del perfil de ADN, las sanciones a los propietarios contempladas en la Ordenanza Municipal de Convivencia por sorprenderlos dejando las deyecciones de las mascotas en la vía pública o permitiendo que orinen o defequen en aceras o espacios de tránsito oscilan entre los 75 y los 500 euros de multa.
Simultáneamente, el Área de Sostenibilidad Medioambiental inició durante el año 2018 un total de 46 expedientes sancionadores a propietarios que fueron identificados a partir de muestras de excrementos recogidas en la vía pública, cuyo ADN fue determinado y figuraba inscrito en el mencionado censo. Aquellos perfiles determinados, pero que no figuran aún en la base de datos, son cruzados con esta semanalmente, en un procedimiento denominado 'rematching' y que resultó positivo en una decena de casos de esos 46.
No se obvia en cualquier caso la vía de la concienciación y en este sentido se han seguido llevando a cabo campañas de informativas y divulgativas contra este tipo de conductas incívicas que terminan afectando a la convivencia de los vecinos, además de a la imagen de la ciudad.
El Área de Sostenibilidad Medioambiental remitirá en breve una carta a aquellos propietarios de perros que no hayan cumplido aún con su obligación de identificación genética y censado, recordándoles también que si sus mascotas han fallecido, tienen también la obligación de darlas de baja en el Registro Andaluz de Identificación Animal (RAIA), gestión que deben realizar a través de su veterinario.