Colectivos de feministas de Málaga se han dirigido al Rector de la Universidad de Málaga (UMA), José Ángel Narváez Bueno, para solicitarle la suspensión de una actividad programada en la universidad con motivo de las celebraciones del 8 de marzo. Considerado el mes feminista por excelencia, para este nutrido grupo de feministas ven "intolerable" que se programe dentro de él una actividad que con el título de “Universidad sin censura: voz y derechos de las trabajadoras sexuales” que aseguran que "pretende defender una posición más propia del lobby prostituyente y del activismo pro regulación de la prostitución".
En la misiva, las personas que firman la carta argumentan "la falacia que supone considerar la prostitución como “trabajo sexual”", más si cabe, aseguran en el Estado español, donde el comercio sexual constituye la principal industria ilícita. No en vano, "residimos en el país con más puteros de Europa, tercero en el ranking mundial".
Las feministas recuerdan, igualmente, que el “trabajo sexual” no solo no está reconocido como tal en la legislación internacional, sino que normativas españolas como la ley andaluza contra la violencia de género consideran la prostitución una forma más de violencia machista.
Por todo ello, recuerdan que el feminismo lleva en su agenda política y social, prácticamente desde sus orígenes, la cuestión de la abolición de la prostitución. "A la prostitución de niñas y mujeres se opusieron y enfrentaron ya las primeras sufragistas, así como todo el feminismo decimonónico y gran parte de la Tercera Ola del siglo XX. El movimiento abolicionista de la prostitución lucha contra el mito de la libre de elección, que a través de pensadoras como Ana de Miguel ha señalado la trampa conceptual que supone pensar en términos de libertad cuando no existe igualdad", recuerdan las feministas en la nota de prensa remitida a Viva Málaga.
Por último, concluyen, que "en el siglo XXI, y pese a que la economía neoliberal ha contribuido al aumento espectacular del mercado del sexo a nivel global, la prostitución y la trata, que el movimiento abolicionista entiende como inseparables (de hecho, el 95 % de la prostitución es trata), son incompatibles con la democracia", como actividades de explotación de las personas que son.
Por estos motivos, los colectivos han pedido a la máxima autoridad académica en Málaga, así como a Isabel Jiménez Lucena -Vicerrectora de Igualdad y Diversidad de la UMA-, la suspensión de un acto que, desde su punto de vista, contraviene los principios que inspira la institución pública (igualdad, pluralismo, objetividad y honestidad académica), sufragada con el dinero de la ciudadanía.
Paralelamente, se ha difundido a través de las redes sociales la petición, que hasta el momento ha recabado más de 1.000 adhesiones.