El 80 por ciento de las piscinas de las comunidades de propietarios se abrieron en la provincia de Málaga durante el pasado verano y dos de cada diez optaron por no dar este servicio debido a las limitaciones impuestas por las autoridades sanitarias para evitar la propagación de la COVID-19.
Por zona geográficas, la tasa de apertura fue desigual, si bien en las localidades costeras se abrieron el 90 por ciento de las piscinas, en la capital este porcentaje rondó el 50 por ciento.
Asimismo, una vez comenzada la temporada, apenas cerraron un diez por ciento de las piscinas que habían abierto inicialmente.
El vicepresidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla, Luis Camuña, ha destacado, en declaraciones a Europa Press, cómo el verano en estos espacio de recreo ha ido mejor de lo esperado. El periodo estival se cerró con mejores cifras de las inicialmente previstas ya que con las limitaciones impuestas en las fases 2 y 3 de la desescalada "apenas pudieron prestar servicio el 25 por ciento de las piscinas".
"Éramos pesimistas por la incertidumbre y dudas regulatorias que había, pero finalmente la mayoría de las comunidades pudieron adaptarse a la normativa y ofrecer el servicio con el 100 por cien de las garantías", ha expuesto Camuña.
Así, ha añadido que al Colegio de Administradores de Fincas no les constan incidencias destacables, "más allá de alguna disputa vecinal". En este sentido, ha destacado "el esfuerzo que han realizado los administradores de fincas para asegurar el suministro de material sanitario, elementos de señalética, medios de controles de acceso y personal de seguridad, ante un escenario totalmente nuevo, y en apenas unas semanas para que se pudiera disfrutar de las piscinas en verano".
INVERSIONES DE ENTRE 3.000 Y 5.000 EUROS
Por otro lado, el presidente de la Corporación, Alejandro Pestaña, explica que en Málaga capital, así como en los entornos más urbanos de la provincia, "las comunidades de propietarios han preferido no abrir las piscinas".
Pestaña ha añadido que "al ser comunidades de propietarios con una mayor densidad de población, al suponer un importante esfuerzo en la implantación de las medidas, los vecinos han optado en muchos casos por esperar al próximo verano y no abrirlas".
Pese a ello, ha subrayado "el excelente trabajo realizado por los colegiados porque, con una inversión por comunidad que ha rondado entre los 3.000 y los 5.000 euros, se ha podido ofrecer un servicio óptimo pese a los cálculos iniciales tan pesimistas".
Una vez superado el verano, el presidente Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla ha pedido a la ciudadanía "responsabilidad a la hora de utilizar las zonas comunes para evitar el riesgo de contagio en estos espacios" y ha recordado que "con el toque de queda tampoco se permite entrar o salir de los edificios salvo que sea para algunos de los supuestos recogidos en el BOE".
