a a tres hombres por traficar con drogas a mediana y gran escala, trasladando las sustancias en ocasiones a través de furgonetas. Además, se ha ratificado la condena por el mismo delito a otros dos acusados, investigados a raíz de las anteriores pesquisas.
Según la sentencia de alto Tribunal andaluz, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Audiencia malagueña declaró probado que los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Comisaría Provincial de Málaga iniciaron esta investigación que partía de uno de los acusados, el cual se dedicaba "de forma activa a operaciones de tráfico de drogas a mediana y gran escala".
Además, "conocía a diversos transportistas granadinos que se ofrecían para realizar portes de drogas en vehículos", según la resolución. Junto a este, ha resultado condenado otro procesado, encargado del transporte de las sustancias y de localizar el vehículo, "prevaliéndose de sus funciones como transportista de empresas de paquetería que ejercía con anterioridad".
Asimismo, el tercer acusado era la persona que los propietarios de la droga "aportaban como garantía para que avalara que el transporte se hiciese con seguridad y siguiendo las instrucciones que le eran marcadas, como el destino de la droga, para que se efectuara con éxito y no se produjeran incidencias con la sustancia", indica la sentencia ahora confirmada.
Tras una serie de vigilancias y, como consecuencia de la intervención telefónica de uno de ellos, se supo que se preparaba para mayo de 2017 un transporte de sustancias estupefacientes. Así, se estableció un dispositivo policial para localizar el vehículo y comprobar la información, siendo localizada una furgoneta de una empresa de alquiler.
Cuando fueron localizados y requeridos para que pararan, uno de los acusados "dirigió la furgoneta contra un agente" que tuvo que frenar bruscamente para evitar el choque. Tras ser requerido de nuevo, "volvió a golpear a los policías con el mismo ánimo", causando daños. Luego, se produjo una persecución y nuevos requerimientos para que se detuvieran pero el vehículo "siguió circulando a gran velocidad y sin hacer caso omiso de las indicaciones".
Cuando lograron inmovilizar el vehículo e inspeccionarlo, localizaron en el interior 15 fardos con 300 tabletas cada uno, siendo un total de 4.500 tabletas con un peso de 445.500 gramos netos de resina de cannabis, con un valor en el mercado ilícito en venta al por mayor de 710.572,50 euros, "que los acusados transportaban, junto con el organizador de la operación, para venta a terceras personas".
Así, a estos tres acusados se les condenó a tres años de prisión y una multa de 710.572 euros; además, a dos de ellos se les impone seis meses más de cárcel por un delito de atentado y multas por delitos leves de daños y lesiones. Ahora el TSJA confirma estas penas.
Tras estas detenciones, la Policía Nacional continuó con la investigación que llevaba a cabo sobre un grupo de personas implicadas en el tráfico de drogas y sustancias estupefacientes, algunas de las cuales mantenían relaciones con los anteriores, resultando condenados otros dos acusados, uno de ellos como el supuesto proveedor del otro.
Así, a este último se le imponen cinco años de cárcel por un delito de tráfico de drogas, tras intervenirse distintas partidas de cocaína y otras sustancias en locales de sus negocios. Al último de los acusados se le condena a dos años de prisión por el mismo delito. A los cinco se les absuelve de pertenencia a grupo criminal.
