El Málaga hizo tarde los deberes, pero los entregó a tiempo. El conjunto blanquiazul da un paso adelante en la Copa del Rey y estará en el bombo del sorteo de mañana viernes después de derrotar por la mínima e in extremis al Real Oviedo, en un partido que necesito de prórroga y que bordeó la posibilidad de tener que acudir a los penaltis.
No será un encuentro que se recuerde por la calidad del juego o la vistosidad de jugadas espectaculares, más bien al contrario, pues los dos equipos se mostraron comedidos y reservones y no fue hasta el minuto 118, en la segunda mitad de la prórroga y cuando todo presagiaba que los lanzamientos desde el punto de penalti resolverían el trámite, que apareció con grandes dosis de oportunismo en el área pequeña de los del principado el reaparecido Chavarría para anotar el único tanto del encuentro, y a la vez definitivo, poco después dela expulsión por doble amarilla de Mier.
Hasta entonces, se había visto un partido en el que a ambos equipos les costó generar ocasiones claras, donde la configuración de ambos onces titulares tanto por parte de Pellicer como de Ziganda, estuvo marcada por las rotaciones, y que resultó poco clarificador de cara a qué puede ocurrir el próximo sábado cunado ambos rivales vuelvan a encontrarse en la Rosaleda, en este caso, en un partido de Liga, que, todo apunta a que será bastante distinto.
En la parte positiva, el debut del venezolano Alxander González, que jugó todo el partido completo, o la presencia de nuevo, con solvencia de jóvenes canteranos llamados a sostener al equipo de Martiricos en estos tiempos difíciles. En lo negativo, la lesión poco antes de finalizar el primer tiempo del portero Juan soriano, que tuvo que ser sustituido por Dani Barrios tras una dura entrada del delantero del Oviedo Samuel Obieng.