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Marbella

Reconoce haber descuartizado a su expareja y tirado sus restos al mar en Marbella

El acusado y la víctima mantuvieron una relación de siete meses

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  • CIUDAD DE LA JUSTICIA MÁLAGA. -

El hombre acusado de asesinar a su expareja ha reconocido que la asfixió cuando estaba de espaldas y seguidamente la decapitó y descuartizó con un cúter que llevaba y arrojó al mar la cabeza, las manos y el cuerpo aunque parte de sus restos aparecieron el 8 de enero de 2023 en una playa de Marbella.

El juicio con jurado ha comenzado este miércoles en la Audiencia Provincial de Málaga y durante su declaración el acusado ha reconocido a preguntas del fiscal que hizo una herida incisa en el abdomen de su expareja, Natalia, auxiliar de enfermería de 46 años y nacionalidad colombiana, para conseguir que el cuerpo se hundiera.

Ha argumentado en que el crimen lo cometió sin premeditación, "yo no lo planeé, no tenía nada previsto, fue algo momentáneo, un impulso", ha asegurado el acusado.


A preguntas de su defensa ha dicho que está arrepentido y ha consultado al oído varias veces a su abogado antes de contestar sobre cómo cometió los hechos. 

"Fue un impulso, sucedió en el momento, sin tener conciencia de lo que estaba haciendo y me arrepiento de ello", ha afirmado el procesado, al tiempo que ha asegurado que después del crimen se volvió a su casa y sintió lo que había ocurrido, "pero ya estaba hecho", ha apostillado.

El jurado le ha preguntado a través de la magistrada presidente sobre por qué llevaba un cúter cuando fue a verla y él ha mantenido que es instalador de pladur y que para él no es un arma sino una herramienta de trabajo.

El hombre se enfrenta a una petición fiscal de veinticinco años de prisión por un delito de asesinato con el agravante de parentesco y también se pide que sea condenado a nueve meses de prisión por quebrantamiento de condena, ya que tenía en vigor una orden de prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio y acercase a la misma.

El cadáver de la mujer apareció en el mar, en la playa entre Elviria y Las Chapas, decapitada, sin manos y con una gran incisión en el abdomen, que según el fiscal hizo para conseguir que se hundiera y evitar que pudiera ser identificada.

Tras el hallazgo del cadáver mutilado submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Málaga buscaron sin éxito restos de la mujer y el Ayuntamiento de Marbella asumió la gestión y el coste del entierro de la víctima. 

Siete meses de relación

El acusado, un colombiano de 45 años, mantuvo una relación sentimental con la víctima durante siete meses y en la mañana del 8 de enero de 2023 solicitó a un compañero de trabajo que lo recogiera con una furgoneta de alquiler con la excusa de realizar un trabajo.

El presunto agresor pidió a su compañero que se dirigiera con la furgoneta a las inmediaciones de un centro religioso donde la víctima acudía cada domingo y tras verla entabló una conversación con ella. 

La mujer accedió a subir a la furgoneta y el procesado le dijo a su compañero que los dejara en el aparcamiento de una urbanización marbellí y que devolviera el vehículo. 

Acusado y víctima se dirigieron a una playa cercana y tras detenerse en unas dunas mantuvieron relaciones sexuales y al finalizar "con ánimo de acabar con su vida, de manera sorpresiva y con expreso desprecio al sexo femenino", la agarró por el cuello cuando se encontraba de espaldas y sin posibilidad de defenderse, la asfixió y le provocó la muerte. 

A continuación, el agresor la decapitó con un cúter que llevaba y arrojó al mar los restos. 

Los familiares la reconocieron

El mismo día que apareció en el mar, los familiares de la mujer creyeron reconocerla en unas imágenes del cadáver mutilado que circulaba a través de redes sociales, por lo que denunciaron su desaparición y advirtieron que era víctima de violencia de género.

La mujer había recibido amenazas por teléfono días atrás de su expareja, con quien había mantenido una relación de varios meses y al que posteriormente denunció por malos tratos.

La Policía Nacional detuvo al hombre inicialmente por quebrantar las medidas cautelares de alejamiento dictadas por el juez tras su detención por malos tratos pero tras una reconstrucción de los hechos en Marbella el exnovio confesó que la mató y arrojó el cadáver decapitado al mar.

A preguntas de los periodistas un portavoz de la familia, Stephanie Vásquez, ha pedido una condena ejemplar y que cumpla hasta el último día y ha advertido que temen que no sea la primera vez que haya cometido unos hechos similares debido a su frialdad, "la engañó, con la excusa de que le iba a devolver un dinero que le debía", ha lamentado.

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