La agencia espacial japonesa (JAXA) logró aterrizar este 22 de febrero su pequeña sonda Hayabusa 2 en el asteroide Ryugu, a más de 300 millones de kilómetros de la Tierra, para recoger muestras.
La llegada a la superficie de Ryugu, que solo tiene 900 metros de diámetro, se produjo cuatro meses después de lo previsto, por la dificultad de elegir un punto de aterrizaje en la superficie rocosa del asteroide.
Según lo previsto, Hayabusa 2 disparó un pequeño proyectil a la superficie de Ryugu para recolectar partículas que los científicos esperan que la nave traiga a la Tierra para su análisis.
"Es posible que hayamos causado cierta preocupación debido a la demora, pero llevamos a cabo nuestro plan de manera impecable en los últimos cuatro meses para lograr un aterrizaje exitoso", dijo el gerente del proyecto, Yuichi Tsuda, en una conferencia de prensa.
"Aterrizó en las mejores circunstancias entre los escenarios que imaginamos", dijo.
Es la segunda nave espacial japonesa que aterriza en un asteroide después de que la primera Hayabusa tocase superficie en un asteroide cercano a la Tierra llamado Itokawa en 2005. Fue la primera en traer polvo de asteroide a la Tierra, aunque no tanto como se esperaba.
El plan de la JAXA es que Hayabusa 2 despegue de Ryugu y vuelva a tocar superficie hasta tres veces, para asegurar el éxito de su misión.
Se cree que los asteroides se formaron en los albores del sistema solar y los científicos dicen que Ryugu puede contener materia orgánica que puede haber contribuido a la vida en la Tierra.
La sonda despegó en diciembre de 2014 y está programado que vuelva a la Tierra a fines de 2020.