El nuevo cohete comercial chino, Larga Marcha-8, ha entrado en las etapas finales de ensamblaje y prueba y se espera que haga su primer vuelo en 2020.
Este lanzador llenará un vacío en el paisaje espacial chino en términos de enviar cargas útiles que pesen entre 3 y 4.5 toneladas a la órbita síncrona del Sol, así como su capacidad para enviar carga a órbita terrestre baja y órbita geosíncrona, según informó Global Times, citando a Tang Yihua, subdirector de la CALVT (China Academy of Launch Vehicle Technology), integrada en la China Aerospace Science and Technology Corporation (CASC).
Tomará alrededor de 12 meses desde que un cliente firma un contrato con la compañía hasta que el cohete esté preparado para una misión. La ventana de lanzamiento es de unos 10 días.
Tang predijo que el cohete, después de ingresar al mercado, llevará a cabo principalmente más de 10 misiones de lanzamiento al año y más tarde podrá llevar a cabo tales misiones más de 20 veces al año.