Tres mineros que trabajaban en una mina polaca de Pniówek (sur) fallecieron como consecuencia de dos explosiones de gas ocurrida en la madrugada del martes.
Además, continúan las labores de búsqueda de un grupo de tres mineros y otro de siete rescatistas con los cuales se perdió la comunicación y que por ahora permanecen desaparecidos.
Según un comunicado de la empresa JSW, dueña de la explotación, pasada la medianoche del martes se produjeron dos explosiones de metano en una zona situada a unos 1.000 metros de profundidad donde se encontraban 42 trabajadores.
Tras la primera explosión, 21 de ellos se vieron afectados por quemaduras y fueron trasladados a varios hospitales, pero una explosión posterior ocasionó la muerte de hasta ahora tres mineros.
Según afirmó este miércoles un portavoz de la empresa minera, los 13 equipos de búsqueda y rescate han tenido que interrumpir momentáneamente sus actividades "hasta que se reconstruyan barreras y protecciones" que aseguren el acceso a la zona de las explosiones.
En las últimas horas ha sido imposible, según la empresa, establecer comunicación con los dos grupos o determinar su situación.
La radio local informó de una tercera explosión, extremo que no ha sido confirmado por otra fuente.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, viajó a la zona tras declarar a la prensa que sus "oraciones y pensamientos están con los mineros" y expresó su apoyo a "los rescatadores, que tienen ante sí una operación extremadamente dura".
El pasado 6 de diciembre fallecieron dos mineros en la mina de carbón polaca de Bielszowice (sur), a causa de un derrumbe, y en 2018 un accidente similar costó la vida a cinco trabajadores de la explotación de Jastrzebie-Zdrój (sur).
En Silesia (sur), la región donde se concentran las mayores y principales minas carboníferas de Polonia, trabajan la mayoría de los 90.000 polacos empleados en la minería del carbón, en explotaciones que a menudo alcanzan los 800 metros de profundidad.