La alarma del GPS saltó pero no fue detectada por el servicio

Publicado: 01/12/2008
La alarma del GPS que portaba Maximino Couto, el preso con permiso carcelario que asesinó el pasado sábado a su pareja en Pontevedra, funcionó correctamente cuando éste se desprendió del dispositivo antes de cometer el crimen, pero esta alarma no fue detectada por los funcionarios de servicio.
La alarma del GPS que portaba Maximino Couto, el preso con permiso carcelario que asesinó el pasado sábado a su pareja en Pontevedra, funcionó correctamente cuando éste se desprendió del dispositivo antes de cometer el crimen, pero esta alarma no fue detectada por los funcionarios de servicio.


 

Ésta es la conclusión de la investigación realizada por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias tras la muerte de Mª del Rosario Peso, para verificar el funcionamiento del sistema GPS colocado al interno del centro penitenciario de A Lama.


 

Según consta en el informe elaborado por Prisiones, a las 16.36 horas del pasado sábado, el interno se desprendió del emisor-receptor.


 

Esa incidencia generó una alarma que se recogió inmediatamente mediante una señal en la Unidad Central de Vigilancia Electrónica, pero, a pesar de que el dispositivo electrónico funcionó correctamente, no fue detectada por los funcionarios del servicio.


 

El dispositivo consta de dos elementos, una tobillera y un emisor-receptor, ambos portados por el interno, que transmiten una potente señal si el interno entra en la zona de exclusión que tiene previamente fijada.
En el caso de Couto, esa zona era de 2.000 metros alrededor de la vivienda de su ex pareja.


 

En una nota emitida en la tarde de ayer, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha puesto de manifiesto “la profesionalidad” de los funcionarios del centro penitenciario de A Lama, que “activaron todos los sistemas de control ante la salida de permiso del interno, a pesar de que le faltaban 20 días para su libertad definitiva”.


 

“Los funcionarios de la Administración Penitenciaria dedican todo su esfuerzo y van a seguir haciéndolo para evitar la reincidencia de quienes han cometido delitos y para proteger a las víctimas”, añade el comunicado.
Maximino Couto regresó ayer por la tarde a la prisión.

 

NO SE LES IRÁ EL MIEDO

 

Herminia Buceta Luna, la ex esposa de Maximino Couto, afirmó ayer: “Ni a mí ni a mis hijos se nos irá el miedo”, aunque el agresor esté de nuevo en prisión.


 

“Estamos vivos de milagro; mis hijos y yo hemos nacido de nuevo. No soy muy religiosa, pero que estemos vivos es un milagro”, afirmó ayer a Efe Herminia Buceta.


 

“Tengo esperanzas de que lo metan en la cárcel durante mucho tiempo, porque si después de lo que hizo lo dejan libre, entonces nos pegamos un tiro. Me gustaría que no saliera de la cárcel”, dijo Herminia Buceta.


 

Además, señaló que con los antecedentes de su ex marido “si lo dejan libre, no existe la Justicia en este país”, y entiende que “este tipo de casos se pueden evitar; que lo hagan bien de una vez”.


 

Herminia dijo que no entiende lo que los psicólogos de los centros penitenciarios o los propios jueces “ven en esta gente para otorgarles permisos penitenciarios”.

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