El objetivo del Gobierno ahora es intentar evitar al menos el paro del fin de semana del 31 de diciembre y el 1 de enero
El Gobierno francés urgió este jueves a encontrar una solución que evite la huelga ferroviaria en Navidad y Año Nuevo, que está comenzando a frustrar los viajes de muchos ciudadanos para pasar las vacaciones navideñas en familia.
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, lanzó un órdago a la empresa ferroviaria estatal SNCF afirmando que el Ejecutivo espera un acuerdo "en las próximas horas".
En unas declaraciones a una emisora de radio, Le Maire reconoció que los paros le producen "cólera" por las personas "que se han quedado sin vacaciones de Navidad".
El objetivo del Gobierno ahora es intentar evitar al menos el paro del fin de semana del 31 de diciembre y el 1 de enero, ya que incluso si hubiera un acuerdo rápido para desconvocar los paros de los días 23, 24 y 25, los trenes ya están anulados y sería muy complicado volver a programarlos.
"La movilización ahora es que se pueda salvar el fin de semana de Nochevieja y Año Nuevo", señaló el ministro de Transportes, Clément Beaune, en unas declaraciones televisivas, en las que apeló a la "responsabilidad" de la empresa estatal de ferrocarril y de los sindicatos.
El paro fue convocado por los controladores de los trenes, sin los cuales no pueden circular los convoyes por motivos de seguridad.
Ello supondrá la supresión de un 40 % de los trenes de alta velocidad durante el sábado y el domingo, lo que afectará a unos 200.000 pasajeros, según la SNCF.
La compañía anunció ayer que compensará a los afectados devolviéndoles el doble del dinero del coste del billete.