Un tribunal chino ha condenado este lunes a 15 años de prisión al ex jefe de Policía Wang Lijun, tras hallarle culpable de cuatro cargos, entre ellos el de encubrir la muerte del empresario británico Neil Heywood, un escándalo que ha salpicado al ex líder del Partido Comunista Bo Xilai.
Según la agencia de noticias Xinhua, un tribunal de la ciudad de Chengdu, ubicada en el sureste del país, ha condenado a Wang "por violar la ley en beneficio propio, aceptar sobornos, abusar del poder y desertar".
La sentencia condenatoria llega una semana después de que Wang se declarara culpable de todos los cargos, según informó Xinhua, ya que las autoridades chinas solamente permitieron la asistencia de los medios de comunicación oficiales.
Wang es uno de los procesados por la muerte de Heywood, que fue envenenado con cianuro el pasado mes de noviembre por la esposa de Bo, Gu Kailai, después de que, al parecer, el empresario británico amenazara con matar al hijo del matrimonio en el marco de una pelea de negocios.
El pasado 20 de agosto, Gu fue condenada a la pena de muerte, aunque en régimen de suspensión, lo que implica que podrá eludir la pena capital y sustituirla por cadena perpetua, si mantiene un buen comportamiento durante los próximos dos años.
Lijun, ex jefe de Policía del municipio de Chongqing (sureste), destapó el caso el pasado mes de febrero, tras lo cual solicitó asilo político en el consulado estadounidense en Chengdu, aunque finalmente fue entregado a las autoridades china para que lo procesaran.
ESCÁNDALO POLÍTICO
El caso ha acabado con la ascendente carrera política de Bo, ex gobernador de Chongqing, que, hasta ahora, aspiraba a conseguir un puesto en el Comité Vigente del Politburó, el principal órgano ejecutivo del país, en un proceso de transición política que se celebra cada diez años.
Actualmente, Bo está siendo investigación por "romper la disciplina de partido", una acusación que aglutina cargos de corrupción y abuso de poder, entre otros delitos pendientes de resolución por parte de la cúpula del Partido Comunista, que podría ordenar que el ex gobernador pasara a disposición judicial.
Bo no ha comparecido en público desde el pasado mes de marzo, cuando realizó una férrea defensa de la inocencia de su mujer y de sus políticas en una rueda de prensa celebrada en el marco de la sesión anual del Parlamento.
La caída de Bo ha provocado una importante división en el Partido Comunista. El ala izquierda le ve como una figura carismática capaz de devolver al Partido Comunista el control sobre el crecimiento económico, mientras que el ala moderada le ve como un oportunista que pretende imponer sus políticas.