Al menos 364 personas han muerto como consecuencia de los bombardeos continuados por parte de helicópteros y aviones del régimen de Bashar al Assad sobre la ciudad de Alepo desde el pasado 15 de diciembre, según el último balance ofrecido por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos a última hora del martes.
Según este organismo con sede en Londres y una amplia red de informantes sobre el terreno, entre los fallecidos hay 105 niños, 33 mujeres y 30 combatientes rebeldes.
Ante la magnitud del balance de víctimas, el Observatorio ha pedido ha instado a la comunidad internacional y al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que trabajen para lograr inmediatamente un alto el fuego que ponga fin a "esta violencia indiscriminada".
El Observatorio "considera a todos los actores que no trabajan para poner fin a las masacres que se están produciendo en Siria cómplices en los crímenes de guerra que se producen en este conflicto".
