El jefe del Bloque Sur de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), 'Fabián Ramírez', se incorporará este viernes a la mesa de negociación en La Habana, después de ser trasladado a la capital de Cuba en un operativo que ha tenido lugar en medio de extremas medidas de seguridad y confidencialidad.
Ramírez representa al llamado 'Bloque Sur' de la guerrilla, del que se había dicho que no estaría de acuerdo con las negociaciones de La Habana, según ha explicado la emisora colombiana 'Caracol Radio', que ha añadido que este anuncio envía el mensaje de unidad que se había pedido desde el principio de las negociaciones de paz.
El Ministerio de Defensa dio la orden de liberar el espacio aéreo en una zona aledaña a la base militar de Tres Esquinas, en el departamento de Caquetá, durante 48 horas, para que pudiese desarrollarse el operativo, que se ha completado esta misma madrugada, una vez que 'Fabián Ramírez' ha aterrizado en Cuba --con una escala en Brasil--.
Tal y como ha recordado el diario 'El Colombiano', este guerrillero fue uno de los negociadores en el proceso de paz del Caguán con el expresidente Andrés Pastrana entre los años 1998 y 2002. Por su parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha llegado a ofrecer una recompensa de 2,5 millones de dólares por información que condujera a su captura.
La Fiscalía ha asegurado que sobre el guerrillero pesa una alerta roja de la Interpol desde noviembre de 2007 por delitos relacionados con desplazamiento, homicidio y desaparición forzada, además de otras 32 órdenes de captura y 17 medidas de detención.
A solicitud del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el fiscal general habría suspendido las órdenes de captura en su contra mientras esté en La Habana y bajo las condiciones que tienen los otros negociadores de las FARC.
'Fabián Ramirez', de 50 años de edad, reapareció después de que algunas versiones lo dieran por muerto o herido tras un bombardeo de la Fuerza Aérea colombiana en 2010.
En sus declaraciones más recientes, aseguró que la guerra en Colombia se debe acabar "llegando a un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla, sin odio, sin ventajas, cediendo y mirando quién tiene la razón de fondo".