La exposición es la octava que se realiza dentro del programa que la pinacoteca bilbaína de arte clásico y contemporáneo dedica de forma monográfica, desde el año 2005, a presentar al púbico obras interesantes realizadas en papel.
En esta ocasión, la muestra está dedicada a trabajos realizados en el periodo comprendido entre las últimas décadas del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, una etapa histórica calificada de “convulsa”, en lo artístico y social, por Novo.
El recorrido de la exposición comienza en el pintor francés Paul Cézanne (1860-1916), considerado el iniciador del cubismo y concluye en Fernand Leger (1881-1955), encuadrado en el momento de máxima plenitud de dicha corriente pictórica.
Estos dos artistas acotan una época artística caracterizada, según ha explicado el comisario de la muestra, por su gran diversidad temática y estética pero que “marca un hito histórico: el inicio del abandono del realismo visual y de la tradición académica”.
La exposición recoge obras de artistas tan dispares como los vascos Adolfo Guiard, Anselmo Guinea, Francisco Iturrino, Aurelio Arteta o Ignacio Zuloaga, los españoles Daniel Vázquez Díaz, Jose Gutiérrez Sola y Pablo Picasso o los extranjeros Louis Marcoussis o Georges Rouault, además de los citados Cézanne y Léger.
Esta mezcolanza de estilos estéticos y de artistas locales e internacionales ha dificultado, según explicó Novo, “la imbricación de estas figuras en un contexto determinado”.
El espacio expositivo se ha estructurado, según ha señalado su comisario, combinando zonas, como la que muestra ejemplos de la tradición académica imperante a principios de la década de los años 70 del siglo XIX, con otras dedicadas a mostrar, de forma monográfica, la obra de aquellos artistas de los que el museo posee varias piezas.
A estos se añaden dos espacios, ha agregado Novo, que muestran las obras más modernas, vinculadas a lo que se han considerado las vanguardias artísticas de principios del siglo XX y las obras de temática más costumbrista, de los autores vascos más representativos de esta corriente pictórica.
Entre las piezas más destacadas de la exposición se encuentran dos representaciones de bañistas de Paul Cézanne, un bodegón de la época madura de Léger, varios dibujos de Iturrino y Marcoussis, así como otros dos dibujos y tres aguafuertes del español Vázquez Díaz.
Resaltan también en la muestra presentada hoy cuatro estampas de inspiración religiosa de la serie “Miserere”, considerada uno de los trabajos gráficos más importantes del siglo XX, del francés Georges Rouault (1871-1958).