Cientos de manifestantes han marchado nuevamente este viernes en la capital de Burkina Faso para reclamar al presidente del país, Blaise Campaoré, que dimita, un día después de que el Ejército disolviera el Parlamento y anunciara un gobierno de transición.
"No le queremos. Le queremos fuera del poder. No es nuestro presidente", ha declarado Ouedrago Yakubo, uno de los manifestantes, a Reuters. Los manifestantes se han congregado en la Plaza de la Nación y ante el cuartel general del Ejército.
Ayer, miles de manifestantes habían irrumpido en el Parlamento y lo habían prendido fuego. A continuación se dirigieron a la Presidencia, donde las fuerzas de seguridad abrieron fuego. La rápida sucesión de hechos llevó al Ejército a intervenir, imponiendo el toque de queda y anunciando la creación de un gobierno de transición por espacio de un año.
A última hora del jueves, Campaoré accedió a entregar el poder, pero al término del periodo de transición, que concluirá con la celebración de elecciones.
Las protestas han estado motivadas por la intención del Gobierno burkinés de sacar adelante un proyecto de ley que habría permitido revisar la Constitución para suprimir el límite de dos mandatos presidenciales. Campaoré lleva en el poder desde hace 27 años tras un golpe de Estado.