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Un sospechoso de terrorismo de Al Qaeda muere en prisión días antes de su juicio

El libio Al Libi, de 50 años, falleció días antes de que comenzase su juicio en un tribunal de Nueva York, según afirmó su hijo, Abdel Mouin, a la cadena de televisión CNN

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Abu Anas al Libi, un presunto terrorista de Al Qaeda acusado de organizar los atentados cometidos en 1998 contra las embajadas de EEUU en Kenia y Tanzania, murió ayer en un hospital estadounidense, informan hoy medios locales.

El libio Al Libi, de 50 años, falleció días antes de que comenzase su juicio en un tribunal de Nueva York, según afirmó su hijo, Abdel Mouin, a la cadena de televisión CNN.

El sospechoso, que en 2013 se declaró "no culpable" de tres cargos relacionados con los atentados de 1998, padecía hepatitis C y había desarrollado cáncer de hígado desde que fue capturado en octubre de 2013 en su vivienda de Trípoli, según explicó Mouin en conversación telefónica desde esa localidad.

La familia de Al Libi, cuyo verdadero nombre era Nazih al Raghie, considera que el Gobierno de Estados Unidos es "completamente responsable" de su muerte, aseguró Mouin.

El fiscal federal estadounidense Preet Bharara indicó en un escrito al tribunal que lleva el caso que Al Libi fue trasladado el pasado miércoles desde la prisión a un hospital de Nueva York debido a "repentinas complicaciones derivadas de sus constantes problemas médicos".

Según Bharara, a partir de entonces su salud se "deterioró rápidamente" hasta su muerte el viernes y estuvo acompañado por un imán en el hospital.

Antes de ser capturado, Al Libi figuraba en la lista de los terroristas más buscados en Estados Unidos desde 2000 y el FBI ofrecía cinco millones de dólares por información que llevara a su localización.

Estados Unidos le acusaba de tomar las fotografías de la embajada en Nairobi que fueron luego usadas para decidir dónde debían colocarse los vehículos cargados de explosivos en los atentados perpetrados el 7 de agosto de 1998 por la red terrorista Al Qaeda contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania.

El abogado de Al Libi, Bernard Kleinman, dijo al diario Washington Post que su cliente era inocente y había cortado sus lazos con Al Qaeda antes de los ataques de 1998, en los que murieron 229 personas.

Un juez federal de Manhattan había programado para el próximo 12 de enero la selección del jurado para el juicio de Al Libi y se había negado a procesarlo por separado de los otros dos acusados en el caso de los atentados de 1998, a pesar de sus problemas de salud.

Los otros dos acusados, ambos extraditados desde el Reino Unido en 2012, son el saudí Jalid Al Fawaz y el egipcio Adel Abdel Bary, quien se ha declarado culpable de cargos de terrorismo y se enfrenta a 25 años en prisión.

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