El líder opositor venezolano Henrique Capriles considera que la oposición está en mejores condiciones que nunca para ganar al chavismo las próximas elecciones parlamentarias, que cree que se convocarán finalmente el 27 de septiembre, en el momento "menos malo" para el Gobierno.
En una entrevista con Efe, Capriles destacó que si la oposición "hace las cosas bien, con candidatos en la calle que hablen a la gente de sus problemas, lo tiene todo para ganar" una cita electoral para la que, según él, las encuestas le dan una diferencia de 20 puntos sobre el oficialismo.
"Hay que acompañar a nuestro pueblo más pobre todos los días en sus reivindicaciones, por ahí pasa el cambio en Venezuela. Urge un nuevo pacto con los pobres, un nuevo acuerdo social para los próximos años", afirma Capriles, consciente de que para ganar las elecciones en el país se debe contar con los sectores populares.
El dirigente opositor, que perdió ante Nicolás Maduro la elección presidencial de 2013 por un estrecho margen del 1,49 por ciento de los votos, estima que para "evitar cualquier tipo de fraude" es necesaria "una participación y votación masiva, una brecha contundente".
"Si usted gana la elección por un voto se la van a arrebatar", dice.
El también gobernador del estado Miranda asegura que no le preocupa que el encarcelado Leopoldo López, que cumple cuatro semanas en huelga de hambre, le reste protagonismo como líder opositor.
"Nunca le he visto como competidor", asevera e insiste en que en este momento no piensa en una posible candidatura a las presidenciales sino en las elecciones a la Asamblea Nacional, que serán, augura, "el segundo punto de quiebre del cambio" tras las de hace dos años.
Con todo, pide a López que ponga fin al ayuno, con el que éste demanda la libertad de los opositores presos y la fijación de una fecha electoral, "porque el Gobierno es capaz de dejarte morir".
"Yo no soy quién para juzgar una decisión personal como esa pero me sumo a la voz de muchos otros que han pedido que se levante esa huelga de hambre, los necesitamos vivos, fuertes", resalta.
Capriles dice tener información desde dentro del Consejo Nacional Electoral (CNE) que apunta a que las elecciones serán la última semana de septiembre, tres meses después de que el gobernante Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) celebre sus primarias.
A su juicio, el Gobierno considera que es "más costoso no hacer las elecciones que perderlas" por lo que "aprovechará el momento menos malo, generando la sensación de que disminuirá la escasez de productos" antes de la tradicionalmente alta inflación de los meses de noviembre y diciembre.
Cree que el cambio en Venezuela pasa por "la construcción de una mayoría poli-clasista que incorpore principalmente a los barrios, a las zonas pobres" y no por "un estallido social que afectaría a todos y puede dejar al país en una situación mucho peor que la que hoy nos encontramos".
En este sentido, reitera sus críticas a protestas como las de comienzos de 2014 promovidas por la iniciativa denominada "La Salida", que impulsaron López y otros opositores como Antonio Ledezma o María Corina Machado y que se saldaron con 43 muertos.
"La calle no es un fin, es un medio", dice al tiempo que recuerda que, tras las elecciones de 2013, él desconvocó una movilización ante el CNE "porque parecía que el Gobierno iba a preparar un escenario de violencia".
"Eso es parte de la responsabilidad del liderazgo, anticipar hechos que después pueden ser muy costosos", subraya antes de recalcar que la mayoría que buscan "tiene que tener un piso sólido y eso no puede ser a base de un conflicto".
Capriles considera que la escasa afluencia en los últimos meses a las manifestaciones opositoras se debe a "un cortocircuito entre la convocatoria y la agenda del venezolano" preocupado más por "sobrevivir a la inseguridad y a la crisis económica".
"No menosprecio ninguna protesta porque hay una clase media muy golpeada pero, seamos honestos, cuando usted ve que la protesta está en una clase social y no conecta, pregúntese por qué, no culpe a los que no se suman", dice.
Respecto a las candidaturas de la Mesa por la Unidad Democrática (MUD) para las parlamentarias, cuya composición definitiva todavía no se ha anunciado, afirma que en las elecciones primarias parciales de la coalición celebradas en mayo la relación fue de 3 a 1 respecto a los que no apoyaban los métodos de "La Salida" y los que sí.
"Es evidente cuál es la posición mayoritaria en la oposición, a la que se tilda de ser de derechas. Yo no soy de derechas para nada, todo lo contrario, el corazón de Venezuela está en el centro hacia la izquierda, eso ha sido históricamente así", indica.
Capriles cree que "la mayoría de la oposición tampoco es de derechas" pero añade que "habrá sectores que tienen que asumir su bandera y no ofenderse", al tiempo que se muestra convencido de que "no hay posibilidades de que la derecha gobierne el país".
El gobernador, que asegura ir todos los días a hacer su trabajo en los cerros de Miranda, allí donde el chavismo tenía más fuerza, estima que la polarización de la sociedad venezolana se acabó.
"Aquí lo que hay es una confrontación entre los venezolanos y la cúpula del gobierno. El pueblo chavista en este momento está solo, necesita también un liderazgo que le hable", afirma.