El Gobierno turco tiene previsto escribir a Estados Unidos y a otros Gobiernos occidentales para que Washington entregue al influyente clérigo Fetulá Gulen, que se le acusa de estar detrás del fallido golpe de Estado. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha asegurado que Turquía tendrá que aportar pruebas contundentes que sostengan la fundamentación legal para poder extraditar a Gulen, tras señalar que no había ninguna petición formal para su extradición.
El ministro de Justicia turco, Bekir Bozdga, ha indicado que mantener a Gulen en suelo estadounidense “no beneficia a la solidaridad, cooperación, alianza y amistad que existe entre Turquía y Estados Unidos”. Además ha afirmado que Turquía entregará toda la documentación necesaria para que EEUU entregue a Gulen y ha añadido que espera que el país americano lo extradite sin tener que esperar toda la burocracia. Unas declaraciones que siguen la misma línea del ministro turco, Binali Yildirim, que ha advertido de que cualquier país que apoye al clérigo no será un amigo de Turquía, hasta el punto de que sería como si estuviese en “guerra”.
Además 70 generales del Ejército y almirantes de la Marina de Turquía han sido detenidos por su presunta vinculación con el golpe fallido de Estado. Este dato se suma a los más de 6.000 soldados y jueces que han sido detenidos por su relación con el intento golpista, acusados de delitos contra el orden constitucional.