Los venezolanos siguieron esperando hoy la nueva familia de billetes que debía entrar en circulación el pasado jueves, mientras continúan manipulando con incertidumbre el papel de 100 bolívares, equivalente a 15 centavos de dólar, una pieza que perderá su legalidad y poder de compra el 2 de enero.
El billete fue sacado de circulación el 15 de diciembre por orden del presidente Nicolás Maduro, quien revirtió la medida tres días después debido al "sabotaje internacional" del que, según él, estaban siendo objeto los cargamentos.
El Gobierno venezolano ha dicho que las nuevas piezas monetarias ya empezaron a llegar al país.
La salida de circulación del billete de 100 bolívares -el de más alta denominación-, y la ausencia del nuevo dinero físico "más adaptado" a la creciente inflación de este año, degeneró en disturbios en nueve ciudades y al menos 424 detenidos, según cifras actualizadas del Ministerio Público (MP, Fiscalía).
La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, dijo hoy que del total de detenidos por los "hechos de violencia" durante el fin de semana, 233 fueron inculpados por tribunales, 16 ya se encuentran en "libertad plena", 79 con "medida de presentación", uno con "detención domiciliaria" y nueve fueron liberados bajo fianza.
También indicó que "fueron presentadas cuatro personas que estaban realizando transacciones para comerciantes o estaban regularizando dinero que no pueden justificar" y a estos se les imputaron los delitos de "legitimación de capitales y asociación para delinquir".
Por otra parte, el diputado opositor Julio Borges calificó de "ilegal" la detención de los dirigentes de su partido Primero Justicia (PJ), Carlos García y Eduard Cogollo, por los disturbios ocurridos a raíz de la escasez de efectivo en el estado occidental Apure (oeste).
Mediante un comunicado PJ, partido en el que milita el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, le exigió al Gobierno que afronte la crisis con medidas que "se traduzcan en mejorías" para la población y que no insista en "buscar falsos culpables".
"A Carlos Andrés García le están imputando los delitos de hurto calificado, daño violento, incendio en grado de participación e instigación pública a delinquir; mientras que a Eduard Cogollo lo están inculpando por agavillamiento, incendio en grado de participación, instigación a delinquir y daño violento", explicó.
Entretanto, el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) pidió al Gobierno extender la vigencia del papel de 100 bolívares hasta que empiece a circular el nuevo cono monetario y reiteró que la medida de retirar esta pieza ha afectado al sector comercio que cerrará este año en "condiciones terribles".
La presidenta de Consecomercio, Cipriana Ramos, consideró que la decisión presidencial afectó a los vendedores y a los consumidores y no así a las mafias a las que pretendía atacar el Gobierno, y afirmó que se perdió la confianza en el papel pues los comerciantes ven con recelo su vigencia.
Por ello, la mayoritaria bancada opositora del Parlamento hizo tres propuestas para hacer frente a la crisis de efectivo, entre las que reiteran la necesidad de extender la vigencia de la pieza de 100 y que el Gobierno informe "con precisión" cuándo se contará con la nueva familia de monedas y billetes.
El diputado opositor y economista José Guerra aseguró que existe un clima de tensión por la eliminación y regreso del papel de 100 bolívares, y el limbo que se creó por la ausencia del nuevo cono.
"Que se permita la circulación indefinida de billetes de 100 y que los papeles de 100, 50, 20, 10, 5 y 2 convivan con los nuevos billetes (500, 1.000, 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000) que van a ir llegando gradualmente para que no se cree escasez de efectivo", propuso el legislador.
Guerra también sugirió al Banco Central (BCV) hacer una campaña informativa sobre los nuevos billetes "para evitar la confusión" y remarcó que los cajeros electrónicos deben "calibrarse" para reconocer los nuevos papeles.
Según Guerra, esta fase de calibración puede tardar entre seis y 30 días, dependiendo del banco.
Con todo, los ciudadanos siguieron haciendo colas en los bancos para obtener dinero físico, mayormente billetes de 100, que les permitan cubrir tareas diarias como pagar el pasaje en el transporte terrestre y subterráneo o, para quienes tienen vehículo, cancelar la gasolina y la tarifa del estacionamiento.