Así lo manifestó en el juicio celebrado ayer ante la sección cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, donde el fiscal Juan Moral mantuvo su petición de cinco años de cárcel para la acusada por un delito de colaboración terrorista, al considerar que existen pruebas suficientes que la relacionan con grupos anarquistas violentos.
Pòrtulas, que negó pertenecer a algún grupo de carácter insurreccionalista, aunque sí ser anarquista, relató que cuando la detuvieron en febrero de 2007 estaba llevando a cabo, junto a unos compañeros, una campaña de apoyo al anarquista Juan Antonio Sorroche, que se encontraba preso en Italia por delitos de daños de carácter terrorista.
Dentro de esa campaña de protesta, según la acusada, enmarcó los apuntes concretos que hallaron en una libreta azul sobre el Departamento de Trabajo de la Generalitat, al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y el servicio territorial de Justicia, donde anotó si existían cámaras de vigilancia o guardias de seguridad.
“Las anotamos casualmente porque pasábamos por allí y estaban juntos los tres (edificios)”, dijo Pòrtulas, que aseguró que su intención era realizar concentraciones, colgar pancartas y hacer pintadas que tuvieran trascendencia mediática.
Entre esas anotaciones, estaban también los datos del director del centro penitenciario de Girona, en el que estuvo preso Sorroche antes de ser trasladado a Italia, lo que la acusada justificó en que eran para la madre de Juan Antonio, “para que supiera dónde podía recurrir”.
Pòrtulas permaneció cuatro meses en prisión y fue puesta en libertad bajo fianza de 15.000 euros.